El Espíritu es el mayor regalo que el Padre hizo a los hombres por medio de Jesús. En la Confirmación celebramos solemnemente la presencia del Espíritu en nosotros.
Concluido el periodo de formación para prepararse a recibir al Espíritu Santo en plenitud, más de una veintena de adultos de las distintas parroquias de La Carolina han recibido el Sacramento de la Confirmación en la parroquia de la Inmaculada. Dicha celebración tuvo lugar durante el pasado miércoles, 15 de noviembre, en una Eucaristía presidida por nuestro Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, y en la que concelebraron D. Juan Francisco Ortiz, Rector del Seminario; y D. Carmelo Lara, párroco de la Inmaculada.
Tras la proclamación de la Palabra de Dios, fueron presentados los candidatos al Sacramento.
Posteriormente, Don Amadeo saludó a los sacerdotes concelebrantes, a los confirmandos y padrinos, a los catequistas y a todos los que participaban en esta celebración. Señaló que “este es un día muy importante para las comunidades cristianas carolinenses porque un grupo de bautizados reciben este Sacramento en el seno de la Iglesia, para incorporarse más plenamente a ella, con mayor compromiso de vida cristiana”. Les decía, igualmente, cómo su presencia es fruto de haber sido bautizados, de haber iniciado una vida nueva, un modo de vivir como hijo de Dios, unido a Cristo. La Iglesia –les explicaba- nos ofrece este don que conlleva por nuestra parte aprender a vivir con esta nueva identidad que se irá desarrollando a lo largo de la vida, acompañados por ella. Siguiendo el recorrido por los Sacramentos de la iniciación cristiana, les recordaba que habían recibido otro Sacramento, la Eucaristía, alimento para nuestra vida creyente. Continuaron sus palabras recordando como con el Sacramento de la Confirmación se completa la iniciación cristiana, es el Espíritu Santo quien viene a enriquecer nuestra vida. Necesitamos al Espíritu para que nuestra fe sea fuerte, para descubrir que Dios está con nosotros, camina a nuestro lado. Necesitamos al Espíritu del Señor para ser sus testigos con sencillez y naturalidad, es Él, el que nos impulsa a decir “yo creo” y a confesar nuestra fe en los diferentes ámbitos de nuestra vida. Animó a la oración, invitando a tener una conversación íntima con el Señor, a pesar de las circunstancias personales, de los obstáculos que no hacen fácil el camino e, igualmente, exhortó a vivir los valores del Evangelio. Asimismo, les decía “pedidle fuerza al Señor para ser fieles en la condición de cristianos, para anunciarlo a vuestros hijos y acompañantes por este peregrinaje de nuestra existencia”.
Finalizaron sus palabras pidiendo la protección del Señor y de La Inmaculada Concepción, patrona de La Carolina y de las Nuevas Poblaciones, en este año especial en el que se celebra el 250 aniversario de su fundación de la localidad, “para que les acompañen en su caminar por la vida”.
Con la tradicional foto de familia del Obispo con los confirmandos concluyó la celebración. Ahora se inicia una nueva etapa sabiendo que Él, el Espíritu de Jesús, vive y actúa en cada uno de nosotros, si somos dóciles a su llamada y así surja un nuevo dinamismo como el que les impulsó a los apóstoles, para ser hoy testigos de su fe, con palabras y obras.
Pedro F. Criado
Parroquia de la Inmaculada de La Carolina