El pasado 10 de junio tuvieron lugar las confirmaciones de los cursos de catequesis correspondientes a 2020 y 2021. Se confirmaron 30 jóvenes y 4 adultos.
La iglesia, de estilo renacentista, del siglo XVI, lucía resplandeciente, adornada en las columnas con grandes banderolas de color azul y blanco, símbolo de la Virgen; y de color amarillo y blanco, como la bandera de El Vaticano, al igual que el adorno floral.
El Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, fue recibido a la entrada del templo por nuestro párroco D. Manuel Carmona Bueno y varios feligreses de esta parroquia. Seguidamente se dirigió al Sagrario, donde oró durante unos minutos.
La distribución de los confirmandos, padrinos y padres se ajustó en el templo siguiendo las normas de seguridad requeridas por el COVID.
La presencia de los jóvenes confirmandos se caracterizó por el respeto y comportamiento debido, manifestando la alegría de culminar el final de su catequesis al recibir el Sacramento de la Confirmación.
La homilía del Obispo versó sobre varios puntos primordiales. En primer lugar saludó a los confirmandos, padres, padrinos y catequistas, y continuó invocando a San José. Asimismo, recordó a los jóvenes que por el Bautismo nos hacemos hijos de Dios y formamos parte de la Iglesia, otro sacramento importante es la Eucaristía, por el que actualizamos la muerte y resurrección de Jesús. Y citó la primera lectura de la liturgia. Siguió recordando que hace poco se ha celebrado Pentecostés, regalo que Dios hizo a la humanidad para que pudiéramos participar de los dones del Espíritu Santo. La acción del Espíritu Santo abre el corazón a creyentes y no creyentes, iluminando con la luz del Evangelio, con su fuerza y su presencia. De ahí la importancia de este Sacramento que ilumina y orienta nuestra vida hacia el bien, la verdad, la justicia y la paz. El Espíritu Santo viene a hacer morada, a quedarse para acompañarnos en el camino de la vida. Por el Espíritu la vida se orienta desde la Voluntad de Dios. Es un Dios que viene a enseñarnos a encontrar la felicidad. El Espíritu Santo es el amigo de hombres y mujeres felices.
Continuó haciendo un recorrido por la vida de Manuel Lozano Garrido, Lolo, y que este año se celebra en la Diócesis el centenario de su nacimiento. Este linarense, santo desde hace diez años, fue militante cristiano en tiempos de guerra. Desde los 22 años sufrió una enfermedad degenerativa hasta que murió a los 51. Los últimos 9 años quedó inmóvil y ciego. Lo que no le impidió mantener su fe y seguir escribiendo artículos de prensa, en total 800, y 9 libros, uno de ellos finalista del premio Nadal. Como a Lolo, para saber vivir desde Dios, desde la fe nos ayuda el Espíritu Santo. Es el dulce huésped de nuestra alma.
Terminó exhortando a los jóvenes para que estudiaran y fueran propagadores de los dones del Espíritu Santo, fueran fuertes en la fe, y colaboraran con la Iglesia. Todo ello bajo la protección de nuestra Patrona, la Virgen de la Fuensanta.
Parroquia de San Pedro Apóstol de Alcaudete