Este domingo, con la celebración del Bautismo del Señor, se ponía fin al tiempo de Navidad. El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, presidía la celebración en el primer Templo jiennense.
La Eucaristía estuvo concelebrada por el Rector del Seminario y canónigo, D. Juan Francisco Ortiz y el también canónigo, D. Emilio Samaniego. D. Alfonso Medina acompañó con el órgano la celebración litúrgica.
Homilía
En su predicación, el Obispo definió el Bautismo del Señor como “el inicio de su misión mesiánica. Para explicar: “Hoy celebramos la tercera gran manifestación de Jesús al mundo: la primera la anunciaron los ángeles a los pastores; la segunda la anuncia la Estrella; ahora, le anuncia la voz del Padre y el Espíritu acreditando oficialmente ante el mundo su persona (Hijo de Dios) y su programa de salvación”. Después, Don Sebastián quiso explicar el porqué del bautismo de conversión que recibió Jesús de manos de Juan. “El bautismo de Jesús fue la declaración de su voluntad de vivir cumpliendo la voluntad de su Padre; fue una declaración de su vinculación al Padre, una demostración de su voluntad de dedicarse enteramente a la misión recibida. Por eso el gesto de Jesús recibe la confirmación y el respaldo del Cielo: ‘Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto, escuchadle’”.
En este sentido, el Prelado jiennense enfatizó la idea de que “Cristo, con su bautismo anuncia y verifica el bautismo en agua y Espíritu Santo que todos hemos recibido… Ese hecho natural, simbólico, lo eleva a Sacramento”.
Para concluir su homilía recordó con la rememoración del Bautismo da inicio el tiempo ordinario, “una oportunidad de madurar y contemplar, creciendo y madurando lo que hemos vivido en Navidad, y viviremos en Pascua. Nos ayudará a descubrir la gracia de lo ordinario, encontrando a Dios en los acontecimientos diarios, y a vivir la vida cotidiana como tiempo de salvación”.
Este día del Bautismo del Señor fue aprovechado por el Obispo de Jaén para hacer pública la carta de inicio de su Visita Pastoral, que dará comienzo con la Cuaresma, en el Arciprestazgo de Alcalá la Real y que es un encuentro personal del Prelado con las comunidades parroquiales de toda la geografía jiennense.
