El pasado 31 de mayo, coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel, en pleno corazón de la Sierra de Segura y, más concretamente, en la parroquia de San Rafael Arcángel de Cortijos Nuevos, nuestro Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro, impartió el Sacramento de la Confirmación a 15 jóvenes y 1 adulto provenientes de las parroquias de Ntra. Sra. del Collado de Segura de la Sierra, Santiago Apóstol de Santiago de la Espada, Santa Teresita del Niño Jesús de La Matea y, finalmente, de Cortijos Nuevos.
La Eucaristía fue presidida por el Obispo y concelebrada por el arcipreste, D. Sebastián Moreno; por D. Victoriano Martínez, párroco de Hornos; D. David Martínez, párroco de La Matea; el secretario del Obispo, D. Juan Pedro Moya y, por último, por el párroco que nos acogió, D. Roque JavierJaimes.
El prelado destacó la enorme unión y apoyo del equipo sacerdotal del arciprestazgo, y valoró positivamente el esfuerzo que realizan para reunirse y compartir su vivencia sacerdotal y pastoral.
La celebración trascurrió en un ambiente de alegría, cercanía y gozo, propia de la presencia de Jesús Resucitado, en los sacramentos y por la cercanía de nuestro Pastor a su pueblo.
En su homilía Don Amadeo señaló que en las noticias había salido el Festival del aire de este fin de semana en Cortijos Nuevos, pero que los cristianos estábamos celebrando otra fiesta más importante en esos momentos que nos llenaba de alegría, porque los allí reunidos íbamos a vivir un nuevo Pentecostés por la celebración del Sacramento de la Confirmación.
Además, nuestro Obispo, agradeció a los padres de los confirmandos que respetasen la decisión de sus hijos al confirmarse y a estos les trasmitió que el Espíritu Santo nunca los abandonará, que por este motivo la teología dice que el sacramento imprime carácter y no se repite. Por último, los animó para que siguieran profundizando en su fe y a participar de la vida parroquial dentro y fuera de esta porque a eso nos invita la Misión Diocesana.
La celebración concluyó con un gesto de enorme ternura por parte de nuestro Pastor, cuando pidió a una familia colombiana que le acercaran al altar al pequeño Gabriel de un año, este le sonreía con mucho cariño a Don Amadeo y, este a su vez, disfruto mucho de la sonrisa del pequeño. Realmente fue un instante entrañable para toda la comunidad.
Finalmente, terminamos saludando a la Virgen María, en su advocación del Pilar, con un canto por parte del coro parroquial de la Puerta de Segura.
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