Fue un 31 de agosto de 2003 cuando Don Amadeo Rodríguez Magro recibió su consagración como Obispo, en la Catedral de Plasencia, después de que el Papa San Juan Pablo II lo nombrara Obispo de esa Diócesis el 3 de julio de ese mismo año.
Hoy, 18 años después, la curia diocesana ha querido conmemorar junto al Prelado jiennense esta efeméride y lo ha hecho con la celebración de una Eucaristía en la capilla del Obispado. Junto al Obispo han estado miembros de su Consejo de Gobierno, su hermana Jacinta, miembros de la Curia y sus colaboradores más cercanos.
Don Amadeo, en su homilía ha comenzado señalando, “Lo primero que quiero decir es que estoy muy agradecido por estar, después de 18 años pudiendo compartir, con todos vosotros, este acción de gracias eucarística en la que vamos a tener presente a mi persona, a mi ministerio, para que el Señor siga bendiciendo este ministerio que estoy realizando entre vosotros”. A continuación, el Obispo ha querido compartir una reflexión con los presentes: “Ayer, orando ante el Señor me preguntaba eso que se preguntan los creyentes cuando rezamos a la luz de la sabiduría de los salmos: ¿¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Y, aunque éste es un ministerio de cruz, en el que se debe ejercer un liderazgo pastoral y de servicio; en el que la caridad debe tener una importancia relevante; la evangelización tiene que hacerse con renovada creatividad, en un mundo que camina al margen de Dios… Sin embargo, uno se pregunta, ¿¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? , tanto en la Diócesis de Plasencia como aquí”.
En este sentido, el Obispo de Jaén ha querido subrayar la importancia de las personas en su recorrido episcopal. “Dios te hace el bien con tantos regalos que te va descubriendo en la vida, y el mayor regalo son las personas que te pone al lado para compartir el sueño misionero de llegar a todos. Todos es gracia del Señor. Doy gracias al Señor por cómo se han ido desarrollando esas cosas que soñábamos y que han ido tomando fuerza y vida en acciones concretas”.
Para concluir, Don Amadeo ha expresado, “que no deje nunca de preguntarme cómo pagaré al Señor y de alegrarme por todo lo que ha hecho por mí. En este día os pido que me acompañéis en esta oración para que el tiempo que permanezca como obispo no pierda la ilusión y sigamos poniendo lo mejor de nosotros mismos a favor de la Iglesia y al servicio de la vida”.
Al finalizar la celebración eucarística, se han compartido unos instantes de convivencia junto al Prelado del Santo Reino, siempre guardando de forma escrupulosa las medidas anti COVID.
Una fecha entrañable para el Obispo que ha querido celebrar de una manera sencilla ya agradecida el ministerio para el que fue encomendado y consagrado hace ya casi dos décadas.
Galería fotográfica: «Decimoctavo aniversario episcopal de Don Amadeo Rodríguez Magro»