Las Siervas de María, conocidas como “la monjas de San Antonio”, que a lo largo de 132 años hemos tenido la dicha de vivir en esta querida ciudad de Jaén, dando vida al carisma que nos dejó nuestra Fundadora, Santa María Soledad Torres Acosta, que es el cuidado de los enfermos, debido a la falta de nuevas vocaciones, nos vemos obligadas a poner punto final a nuestra permanencia en esta ciudad.
Al marcharnos de aquí lo hacemos con el corazón lleno de dolor, y también de gratitud, en primer lugar al Señor que nos ha dado esta vocación y nos ha sostenido en este servicio a los enfermos, y agradecemos también a los jiennenses que durante estos años nos han ayudado dándonos su apoyo y cariño, y lo que es más importante, confiando a nuestros cuidados a sus seres queridos.
Como la causa de ésta decisión es solamente la falta de vocaciones, sobra decir que de ser bendecidas por el Señor con un florecimiento vocacional, no renunciamos a la esperanza de que nuestra presencia sea de nuevo una realidad en Jaén. Aunque estamos iniciando los trámites requeridos para la supresión de esta Comunidad, y esto llevará un largo tiempo, hemos querido servirnos de los medios de comunicación para hacerles llegar esta difícil decisión a cuantos nos conocen pues sabemos que esta noticia ya se va difundiendo y queremos ser nosotras las transmisoras de la misma, manifestándoles a todos no sólo nuestros sentimientos de gratitud, sino también la ayuda espiritual a través del recuerdo sincero hecho oración ante el Señor y nuestra Madre de la Salud.
En nombre de la Madre General, que reside en Roma, y de todas las Hermanas de esta comunidad.
La Superiora Provincial
Sor Encarnación Rodríguez, S. de M.