Los Equipos de Nuestra Señora de Jaén celebraron la clausura del presente curso, el pasado domingo, 17 de junio, en el Seminario Diocesano de la capital.
Se comenzó con una oración para hacer presente al Señor. Los asistentes dieron gracias a Dios por lo vivido durante el curso. A continuación, se recibió la esperada visita del Obispo diocesano. Don Amadeo se mostró muy interesado por la situación actual de los Equipos de Nuestra Señora en la provincia , por lo que realizó numerosas preguntas a los Responsables del Sector.
Posteriormente, animó a todos los matrimonios presentes a colaborar con la Pastoral Familiar Diocesana, «porque nuestra principal misión debe ser Evangelizar a otros matrimonios», y por supuesto, ayudarles para que la convivencia, tan difícil de llevar en la actualidad en la pareja, sea posible.
Sorprendió a todos por el conocimiento profundo que tiene del Movimiento de Equipos de Nuestra Señora, recordándonos la importancia de cuidar nuestro carisma de la Espiritualidad conyugal y destacó, no olvidar hacer todos los meses ‘La Sentada’. Recordó con cariño, que en sus primeros años como sacerdote en Badajoz fue pilotado junto a sus matrimonios. Finalmente se despidió y saludó personalmente a muchos de los equipistas presentes, dando muestras de su cercanía, humildad y sencillez.
Después, se continuó con la reunión y los responsables hicieron un balance del curso. Analizando las luces y las sombras, destacando los muchos aspectos positivos.
Los Responsables del Sector B-C, Ramón y Loli, y los Coordinadores de Difusión, Información y Pilotaje, Pedro y MariFelix se despidieron con emotivas palabras tras cumplir su mandato y manifestando: «El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres».
Finalmente se proyectó un emotivo vídeo con la memoria de las diferentes actividades del curso, que hizo las delicias de todos los presentes recordando todos los momentos vividos. Después, se celebró la Eucaristía presidida por D. Juan Herrera, párroco de Belén y San Roque. Durante la homilía destacó la importancia de no caer en el desánimo, al contrario, seguir sembrando irradiando la felicidad de nuestro matrimonio, y dejar en manos de Dios los frutos.
Se dio gracias a Dios, esta vez por todos aquellos equipistas que han prestado durante el curso un servicio gratuito y lleno de ilusión e entusiasmo al Movimiento. Y se dio la bienvenida a los matrimonios que el próximo curso serán pilotados para formar un nuevo Equipo en Martos.
Y por último, una convivencia con la típica comida compartida de los equipos, despidiéndonos hasta el próximo curso.
