Entre los días 21 de julio al 1 de agosto, cinco seminaristas mayores hemos participado en la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia junto a todos los jóvenes de la Delegación Diocesana de Juventud. En total hemos sido 98 personas las que hemos participado en esta maravillosa aventura que reúne a miles y miles de jóvenes para encontrarse con Cristo, con los demás jóvenes de otras naciones, con el Papa y sobre todo para compartir nuestra Fe.
Durante estos días hemos podido vivir experiencias increíbles e inolvidables para nuestras vidas. Ya desde el primer momento la acogida en los pueblos de la Diócesis de Katowice a través de las parroquias y sobre todo de las familias fue un gran testimonio y ejemplo de amor a aquellos que peregrinábamos hacia la JMJ. La hospitalidad de las familias ha sido genial, ellos mismos decían que estaban contentos de que estuviéramos allí con ellos, orgullosos de vernos felices y sobre todo insistían que para ellos esta acogida era como si se tratara de acoger al mismo Cristo. Durante estos primeros días junto a las familias y la parroquia pudimos visitar monumentos característicos y disfrutar de las costumbres de aquellas tierras maravillosas.
Especial mención merece la visita a Częstochowa, donde se encuentra la Patrona de Polonia, la Virgen Negra de Częstochowa. Ese día todos los peregrinos españoles teníamos un encuentro en el Santuario de la Virgen junto a nuestros Pastores. Nuestro Obispo, D. Amadeo Rodríguez Magro estuvo saludándonos y compartiendo unos momentos con todos los jóvenes de nuestra Diócesis.
Los siguientes días nos dirigíamos a Bochnia, el municipio que nos acogía durante los días centrales de la JMJ. Nosotros estuvimos en un colegio anexo a la Parroquia que nos acogía. Durante estos días tuvimos oportunidad de conocer Bochnia, Cracovia, Auschwitz y Birkenau. También todos los días estaban acompañados de una catequesis con un Obispo, la Eucaristía, una excursión y un festival. Nosotros tuvimos también la oportunidad de tener una catequesis-diálogo con nuestro Obispo en Bochnia, donde a través de grupos fuimos formulando cuestiones y preocupaciones a Don Amadeo.
Los días centrales de la JMJ fuimos a Cracovia para participar en el Viacrucis que presidía el Papa Francisco, y sobre todo la gran Vigilia y Eucaristía de envío en el Campus Misericordiae, donde todos los jóvenes nos encontramos con el Papa.
En resumen, han sido días de compartir nuestra fe, de abrir nuestros corazones a Cristo, de encuentro con la Iglesia joven de Cristo, y sobre todo de gran fraternidad. Todo ello acompañado de la alegría de nuestras vidas, de emociones y sentimientos fuertes, de agradecimiento a Dios por todo lo que nos regala. Desde el Seminario le damos gracias a la Delegación de Juventud de Jaén por haber organizado esta maravillosa aventura, también agradecer a los cinco sacerdotes que nos han acompañado en esta JMJ, y sobre todo dar gracias a todos los jóvenes con los que hemos compartido este maravilloso y único encuentro.
