Con una festiva celebración comunitaria, esta vez una comida compartida en los patios de nuestra Parroquia, finalizaron los actos por el X Aniversario de la Dedicación del Templo y del Altar de Santiago Apóstol de Jaén.
Fue el pasado día 4 de octubre, tras la Misa, en la que recibieron el Envío los Catequistas de la Parroquia y en la que también emitieron los compromisos propios del movimiento matrimonial Equipos de Nuestra Señora, un grupo (el llamado Jaén-23) de jóvenes matrimonios. Miembros de la Parroquia y del movimiento de los Equipos compartieron en un ambiente de verdadera sintonía y fraternidad la Misa y la mesa.
El domingo anterior, 27 de septiembre, celebrábamos, con la presencia siempre cariñosa y amable de D. Ramón, el Obispo que consagró la iglesia a los pocos días de entrar en la Diócesis, la Solemne Eucaristía de la Dedicación. Momento de alegría y de recuerdos de aquel 25 de septiembre de 2005, en el que salíamos de duros años de obra y emprendíamos una nueva etapa en la vida parroquial, ahora en una iglesia digna y unos locales suficientes.
La gratitud a los que hicieron y hacen posible esta noble empresa, algunos ya desde el cielo, estuvo también muy presente en dicho acto.
Como preparación a esta jornada inolvidable el jueves día 24 tuvimos una conferencia que impartió D. Manuel Carmona García, Párroco anterior de Santiago Apóstol, con el título «Nosotros somos el Templo», ilustrando con su saber el ritual de la Dedicación y aquellos pasajes bíblicos que se refieren a la Iglesia, pueblo santo de Dios, como el Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo.
El viernes, día 25 de septiembre, la programada celebración de la Penitencia Comunitaria para preparar el día de la consagración del Templo y nuestra misma consagración. Terminó el día con un bellísimo concierto musical a cargo del Orfeón Santo Reino. El salón de la antigua iglesia, con buena visibilidad y acústica, hizo posible la sintonía entre los que asistían a disfrutar del momento y la perfecta ejecución de la polifonía por parte del Orfeón. Otra tarde inolvidable que hemos de agradecer a la generosidad de este magnífico grupo de personas.
Y, por fin, la tarde del sábado anterior a la Dedicación, tradicionalmente dedicada a la programación de la Parroquia, nos reunimos un buen número de los colaboradores de la Parroquia, para orar juntos y estudiar y programar lo que será la vida de nuestra comunidad parroquial teniendo presentes los objetivos del Plan Pastoral Diocesano para este año y las celebraciones de la Iglesia universal, como el Año de la Misericordia y las JMJ. Como ocurre cada año, también se vivió esta jornada con la alegría de saberse llamados a trabajar en la Viña del Señor, recordando aquella parábola de los obreros que fueron llamados por el mismo Señor, al mismo trabajo y recompensa, aunque a distintas horas y momentos.
Este año también hemos querido hacernos presentes en cada casa de la feligresía con un boletín extraordinario por el X Aniversario, que ha sido muy bien recibido por los testimonios de vida que contenía y por los lazos de comunicación y cariño que genera.
Y mencionar también que durante los días 24 al 27 de septiembre estuvo abierta una exposición extraordinaria de documentos de la fundación de la Parroquia hace 35 años, de unas pocas aunque significativas fotos de la Parroquia y las actividades que han venido celebrando en estos años y algunos objetos del inventario parroquial.
Como es habitual en esta comunidad parroquial, se ha desplegado un verdadero abanico de corresponsabilidad laical, digna de todo elogio, junto a los sacerdotes de la misma.
Si el objetivo de estas celebraciones, que comenzábamos a preparar en el Consejo Pastoral del curso pasado, era «motivar y fomentar el sentimiento de pertenencia a esta comunidad parroquial, sintiéndonos consagrados y unidos a su altar y reflexionar sobre la presencia de nuestra parroquia en nuestro barrio y el papel que en él desarrolla la feligresía», creemos que se ha cumplido ampliamente. Falta ahora no bajar la guardia. Y en ello estamos.
