En la tarde del pasado sábado, 6 de abril, la parroquia de Santa María de Gracia acogió la celebración de la Solemne Eucaristía conmemorativa del centenario de la ordenación sacerdotal del Reverendo Padre Don Joaquín González de la Llana (5-4-1919 / 5-4-2019), recordado clérigo natural de Lominchar (Toledo) y Arcipreste de Cazorla entre mayo de 1939 y noviembre de 1941.
La Eucaristía fue oficiada por el actual párroco de Santa María de Gracia, Don Antonio Garrido Colomina, y concelebrada por los sacerdotes invitados: Don Domingo Ballester, párroco de San Basilio el Grande de Murcia, donde sirven las hermanas; y Don Juan Marcos López, prefecto del Seminario Redemptoris Mater de dicha capital. Seis religiosas “Hijas del Cenáculo” (congregación fundada por Don Joaquín en 1944), se desplazaron desde su residencia en la capital murciana, hasta Cazorla, acompañadas de un nutrido número de amigos y colaboradores, para participar en la Santa Misa, reivindicar la memoria de su fundador, recopilar información referente a su persona y compartir con los fieles cazorleños, elferviente deseo que tienen de iniciar la causa para la posible beatificación y posterior canonización del honorable sacerdote toledano.
En la homilía, Don Antonio exaltó las múltiples bondades de este admirable siervo de Cristo, la magistral labor espiritual y caritativa que el Padre Joaquín desempeñó a lo largo de su vida, en aquellas poblaciones donde ejerció su ministerio sacerdotal, así como las “cruces” que tuvo que soportar en su entorno más cercano, fruto de diversas injusticias sociales.
En referencia a la estancia del Padre Joaquín en Cazorla, Don Antonio destacó de él, su generosa entrega hacia los pobres, su deseo de traer la paz a un pueblo, aún herido por los efectos de la guerra civil; y en general las nuevas vocaciones sacerdotales que surgieron entre los jóvenes de la época, gracias a su encomiable ejemplo.
En la celebración también estuvieron presentes, la Virgen de la Cabeza y San Isicio (Patrones de Cazorla), cuyas veneradas imágenesfueron trasladadas desde sus respectivas ermitas a la Parroquia de Santa María de Gracia, con ocasión de tan especial acontecimiento. En el presbiterio de la Iglesia se colocaron además, un pequeño cuadro con la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo (la gran devoción del pueblo de Cazorla y su comarca) y bajo el presbiterio un retrato del Padre Don Joaquín González de la Llana; pues fue destacada la devoción que esteclérigo manifestó hacia las sagradas imágenes, tal es así, que de su puño y letra fueron escritos los himnos al Señor del Consuelo y al Varón Apostólico San Isicio, durante su estancia en Cazorla.
Como conclusión a la ceremonia, la Madre María Martínez, Superiora General de las “Religiosas Hijas del Cenáculo” de Murcia, junto a la Hermana María Asunción,Secretaria de la Congregación, dedicaron unas palabras de agradecimiento a los presentes, ante la calurosa acogida que el pueblo les brindó durante su visita a la Parroquia de Santa María de Gracia. Por último, Don Antonio tomó la palabra para agradecerles su distinguida presencia y entregarle diversos testimonios y fotografías, así como la partitura del himno a San Isicio que servirán como apoyo,para poder iniciar en un futuro próximo, la causa para la beatificación de este querido sacerdote toledano que tan buenos frutos esparció sobre Cazorla y sus feligreses.
Alberto Perona Navarro
Antonio Garrido Colomina
Parroquia de Cazorla
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