Enmarcada dentro de las actividades de la Semana Contra la Pobreza, organizada por Cáritas diocesana de Jaén, el pasado sábado, el Seminario acogía la Asamblea General diocesana.
En el acto, que se inició con una oración comunitaria, se dieron cita más de un centenar de personas, entre trabajadores de Cáritas, directores y presidentes de las Cáritas parroquiales, voluntarios y benefactores. El Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, fue el encargado de iniciar la asamblea, dirigiendo unas palabras a los asistentes.
El Prelado inició su discurso con el lema de Cáritas‘Trabajamos por la Justicia’, explicando que “todo lo que nosotros orientamos en nuestra actividad como expresión de la caridad en la vida de la Iglesia es un trabajo por el Reino, si decimos que trabajamos por la justicia, tenemos que ubicarlo muy bien en su fuente verdadera: el Reino de Dios que vino a traer Jesucristo con su vida, su muerte y su resurrección”. En este sentido expuso que “hay que saber mostrar, más que lo que se hace, lo que somos: que tienen una vida que se refleja en la acción, que se sienten parte de ese Reino, y que viven en Cristo Jesús”.
En referencia expresa a la posterior conferencia, “¿Qué Cáritas queremos ser en el futuro?”, el Obispo de Jaén dijo, “Cáritas en el futuro será lo que sea la Iglesia. No hay otro futuro para Cáritas, porque sois Iglesia de Jaén. Sois los que cultiváis, en concreto, una de las dimensiones de la vida de la Iglesia. Y si la Iglesia languidece, Cáritas languidecerá, y si la Iglesia fortalece su compromiso, su misión y cuanta más espiritualidad tenga la Iglesia mayor y mejor, más activa y más comprometida será la acción de Cáritas”. Para acabar con un mensaje a todos los congregados: “Sed Iglesia. Meteos en las entrañas más profundas de la vida de la Iglesia y seremos la mejor Cáritas de España”.
El Obispo dio pasa al conferenciante de esta Asamblea diocesana, el Director de Cáritas diocesana de Mérida-Badajoz, D. Jesús Pérez Mayo, que ofreció la ponencia “¿Qué Cáritas queremos ser en el futuro?”. Una conferencia en la que este doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y profesor titular de Economía Aplicada y vicedecano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Extremadura, puso de relieve la actual situación laboral del España, y la precariedad laboral en muchos de los participantes que acuden a Cáritas. En este sentido, habló de un rasgo en la sociedad actual como principal factor de la pobreza y la exclusión, y es “la desigualdad”. “La desigualdad– explicó- es el principal factor que explica la pobreza y la exclusión. Cuanto más desigual sea una sociedad, más pobreza habrá y más difícil será luchar contra ella”. Para continuar diciendo, “la extensión en el tiempo de la desigualdad provoca que la pobreza se mantenga y se transmita entre generaciones, de manera que la desigualdad de resultados se termina convirtiendo en una desigualdad de oportunidades”.
Del mismo modo, apuntó que en Cáritas se debe “recuperar lo comunitario, el valor de lo común, de los bienes comunes. Nuestra acción tiene sentido en tanto en cuando es el reflejo del deseo de la comunidad. Somos representantes a la vez que actores de la acción de la comunidad. En este sentido, agregó “ Uno de los mayores valores y de los mejores bienes que Cáritas puede ofrecer a la sociedad española en los próximos años es la capacidad de crear y cuidar el capital social, la comunidad”.
Por último, se refirió al futuro de Cáritas, y en el mismo sentido que anteriormente lo había hecho el Obispo diocesano. Pérez Mayo apuntó: “Nuestro reto pendiente es convertir a Cáritas en una organización donde todos y todas, pobres incluidos, trabajamos por cambiar la realidad en la que vivimos. Construir una Cáritas, una Iglesia con los pobres en lugar de para los pobres. Necesitamos reforzar la espiritualidad que sustenta este compromiso y mostrar que este compromiso es también una forma de evangelizar. Este reto no es exclusivo de Cáritas, ya que nuestra Iglesia está en salida, acompañando y festejando, imitando al Padre en la parábola del hijo pródigo. Debemos ser esa Iglesia encarnada, con las puertas abiertas y situada en las fronteras y en las periferias de la humanidad, en diálogo con el mundo, en continua renovación y conversión….”, concluyó.
La segunda parte de la Asamblea consistió en un análisis de Cáritas diocesana de Jaén: el ser y el hacer futuro de esta asociación de la Iglesia. Propuestas que surgieron a la luz del nuevo Plan Pastoral diocesano, “Caminando en el sueño misionero de llegar a todos“.
La Asamblea concluyó con la aprobación de las propuestas.