Unos ochenta voluntarios colaboran en el dispositivo de emergencia de atención al inmigrante. Se necesitan mantas o sacos de dormir para repartir entre los temporeros.
Desde primeros de noviembre la llegada de inmigrantes ha ido creciendo y, a día de ayer, las 170 plazas del albergue de Jaén estaban ya completas. «Al no haber plazas en Jaén y al estar todavía muchos de los albergues de la provincia cerrados, algunos inmigrantes han dormido en la calle. Hablamos de entre 20 y 30 personas, aunque confiamos en que, una vez la red de albergues esté totalmente operativa, es cifra se reduzca o desaparezca», explica Carlos Escobedo, uno de los responsables del dispositivo.
Al igual que en años anteriores, cada noche un equipo formado por unos diez voluntarios visitarán aquellas zonas donde se concentra un mayor número de temporeros: estación de autobuses, inmediaciones del albergue, cajeros… Repartirán mantas, leche caliente y galletas e informarán a los inmigrantes de los recursos a los que pueden acogerse. «Este año, como novedad, hemos hecho un mapa explicativo en el que les detallamos todos los recursos, tanto públicos como de Cáritas y otras organizaciones sociales». En el caso concreto de Cáritas, la atención se centra en el comedor de San Roque y en el nuevo Centro de Día Santa Clara.
Los responsables del dispositivo han pedido a los vecinos de la capital colaboren con mantas y sacos de dormir por la posibilidad de que sigan llegando más inmigrantes. La recogida se realiza en el Ropero de Cáritas Interparroquial de Jaén, en la calle Santa Clara.