Francisco Obispo, Siervo de los Siervos de Dios, al Venerable Hermano Amadeo Rodríguez Magro, hasta ahora Obispo de Plasencia en España, trasladado a la Sede de Jaén, salud y bendición apostólica. Puesto que por inefable designio de Dios, se nos ha encomendado la misión de gobernar a la Iglesia universal de Cristo, no podemos sino interesarnos seriamente de cada circunscripción eclesiástica que carece de Pastor.
Por ello, acudimos con prontitud a la necesidad de la amada grey giennense, que carece de pastor nuevo por la renuncia de su último Obispo, el Venerable Hermano Ramón del Hoyo López. Por esta razón, dirigimos nuestra mente a ti, Venerable Hermano, puesto que el trabajo episcopal que has desarrollado en favor de la comunidad de Plasencia en España, te recomienda no poco como idóneo para asumir ese ministerio y ejercerlo fructuosamente. Así pues, habiendo escuchado los pareceres de la Congregación para los Obispos, por el vigor de nuestra autoridad apostólica, confiando en ti mismo, absuelto del vínculo de la diócesis de Plasencia en España, te nombramos Obispo de Jaén, concediéndote al mismo tiempo los derechos y obligaciones unidos a esta tarea, según las leyes y normas de la Iglesia. Ordenamos, en efecto, que te preocupes de que estas letras sean leídas al clero y al pueblo de la diócesis que ahora se te ha confiado, a quienes exhortamos que te reciban de buena gana a ti, como el maestro que les llega y como su guía, y permanezcan unidos contigo. Por lo demás, Venerable Hermano, bien cultivado en tus anteriores tareas pastorales, y sostenido por las ayudas celestiales, te consagrarás para desarrollar todas tus fuerzas en tu nuevo ministerio, de manera que esta comunidad eclesial, con la intercesión de la Virgen María, en su advocación de la Cabeza, alcance la infinita misericordia de Jesucristo. Dado en Roma, junto a San Pedro, el día 9 de abril, del año del Señor 2016, en el Jubileo de la Misericordia, cuarto de nuestro Pontificado
Francisco
Francesco di Felice, Protonario Apostólico
