Carta Pastoral del Obispo de Jaén, Mons. Ramón del Hoyo López en el Bicentenario de San Juan Bosco (16 de agosto de 2014 a 16 de agosto de 2015).
Queridos fieles diocesanos:
1. No quisiera que, con ocasión de las celebraciones del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y el Año de la vida Consagrada, quedara un tanto relegada la figura de Don Bosco y de la Familia Salesiana, tan relevantes y queridos en esta Iglesia, sobre todo en las Ciudades de Jaén, Úbeda y Linares.
Entre los actos preparatorios de este Bicentenario, que estamos celebrando, tuvimos la gracia de contar con la presencia de su reliquia el pasado año 2013, sus restos mortales, que se conservan en la Ciudad de Turín. Permanecieron por unas horas en las tres ciudades mencionadas, para recordarnos y resaltar su carisma a favor de la educación de los adolescentes y encomendar a su intercesión a las nuevas generaciones.
San Juan Bosco nació a este mundo, en un 16 de agosto de 1815, en una familia que habitaba en la colina de I Becchi, Italia. Fue hijo de un matrimonio de campesinos: Francisco Bosco y Margarita Occhiena. Se formó «desde cuando estaba sentado en las rodillas de Mamá Margarita, luego con la amistad de los buenos maestros de la vida y, de manera particular, en la vida cotidiana de muchos jóvenes»1.
2. Al santo educador de Turín le tocaron vivir de cerca tiempos difíciles en la Iglesia: el anticlericalismo decimonónico, los expolios de la Santa Sede, el angustioso pontificado de Pío IX. Sin embargo para Don Bosco, la cercanía y defensa del Papa, su amor a la Madre Iglesia, eran la garantía en el seguimiento a Jesucristo. En esta eclesiología insertó su inquietud y celo infatigable por el Evangelio, sobre todo por los niños, adolescentes y jóvenes.2
Se hizo todo para todos y trató con toda clase de personas. Luchó en la avanzadilla de los apostolados más arriesgados y difíciles. Su heroica lucha, siempre llena de confianza en Jesucristo y en la Iglesia de su época, le permitió alcanzar una sementera impresionante, cuyos efectos se fueron multiplicando, hasta hoy, cada día.
Dos Bosco trasciende los límites de la familia salesiana. Es un santo de nuestra Iglesia, cuya acción educadora ha llegado y continúa extendiéndose a miles de jóvenes de todos los continentes. Su silenciosa revolución, «sus sueños», tienen sus raíces en el Evangelio de Jesucristo y se mantienen vivos por la acción del Espíritu Santo.
3. El Santo Padre, el Papa Francisco, a través de la Penitenciaria apostólica, ha declarado Año jubilar este Bicentenario del nacimiento de Don Bosco. Un año de gracia para toda la Iglesia y para la familia salesiana en especial.
Podemos alcanzar indulgencia plenaria todos los fieles «si, con las condiciones acostumbradas»3, participamos durante este tiempo «en alguna función sagrada celebrada en honor de san Juan Bosco o, al menos, delante de una reliquia o imagen sagrada del santo, y si permanecemos algún tiempo en piadosas consideraciones, terminándolas con el Padrenuestro, el Símbolo de la Fe y con invocaciones a la Virgen María y a san Juan Bosco».
Puesto que el Decreto de la Penitenciaria señala como días posibles para alcanzar las indulgencias: «los días 31 de enero de 2015 (Solemnidad de san Juan Bosco) y el 16 de agosto (Día del Bicentenario)», ruego a los sacerdotes informen y tomen la iniciativa a tales fines ante sus fieles, en las fechas indicadas.
4. Todo ello nos da ocasión para reconocer y agradecer, dentro del año de la Vida Consagrada, tanto a la Sociedad Salesiana, como al Instituto de Hijas de María Auxiliadora y Familia salesiana, su labor apostólica y evangelizadora en estas tierras del Santo Reino.
Recordamos y agradecemos a tantos hombres y mujeres consagrados que han participado y participan por hacer realidad los sueños de Don Bosco. ¡Ojalá siempre cuenten con vocaciones para ello!
Que los jóvenes, especialmente los más desafortunados, estén siempre en su mirada. Que actualicen o vivifiquen, con ocasión de este Bicentenario, los caminos trazados por su Fundador, haciendo una lectura serena de las realidades sociales que hoy nos rodean, desde la confianza en Dios amor a la Iglesia
Con nuestra felicitación y saludo en el Señor.
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
1 FERNÁNDEZ ARTIGAS, A., en su Mensaje para la apertura del año de la celebración del Bicentenario de Don Bosco, 16 de agosto de 2014, en Castelnuovo Don Bosco.
2 Cfr. SPALLA, G., Don Bosco e il suo ambiente sociopolítico, Torino, 1975, p. 71.
3 Confesión sacramental, comunión eucartística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice