La pequeña Capilla del Obispado acogió, este viernes, una Eucaristía para poner ante el altar del Señor los proyectos y esperanzas para el nuevo curso pastoral que está comenzando.
Invocando al Espíritu Santo, para que derrame sus dones sobre todos los miembros de la Iglesia de Jaén, y de manera especial entre los miembros de la Curia diocesana, para que su trabajo diario esté siempre al servicio del Evangelio, el equipo de Gobierno, trabajadores de la Curia y el Obispo de Jaén compartieron el Pan y el Vino como símbolo de comunión.
En la celebración, las lecturas estuvieron participadas por trabajadores del Obispado: Antonio Jiménez, informático, y el último en incorporarse a esta familia diocesana, y Lola Vacas, Notaria del Tribunal eclesiástico y la más veterana en la Curia. El Evangelio estuvo proclamado por el Diácono permanente, D. José Bellido Salas.
Homilía
Don Sebastián Chico Martínez pronunció una homilía en la que destacó la vocación de servicio de cada uno de los miembros de la Curia, que trabajan para anunciar el Evangelio y servir a la Iglesia. “Queridos hermanos y hermanas, que junto al Obispo desempeñáis un servicio a toda nuestra Iglesia diocesana, ofrecemos la Santa Eucaristía por los buenos frutos de nuestro servicio, y con la que renovamos nuestro compromiso de servir a la Iglesia, la Viña del Señor, y continuando y apoyando la labor pastoral que llevamos a cabo en nombre de nuestra fe. ¡Gracias por vuestra entrega!”, expresó el Obispo.
En referencia al Evangelio de Lucas que se acababa de proclamar, el Prelado del Santo Reino quiso reflexionar, junto a su equipo más cercano, la manera en la que día a día se debe afrontar la labor que cada uno tiene encomendado. “Cuando aceptamos a Jesús en nuestras vidas, no solo estamos aceptando un maestro o un líder espiritual. Estamos aceptando el amor, la verdad y la redención de Dios en acción. Estamos aceptando una misión de amor y servicio en el mundo, porque Jesús nos envía a ser Sus testigos y llevar Su mensaje de salvación a los demás”. Para continuar, “Nos podríamos preguntar: ¿Cómo respondemos a esta llamada divina en nuestras vidas? ¿Estamos dispuestos a seguir a Jesús, a aceptar Su mensaje y a llevarlo a nuestros hermanos y hermanas? El rechazo a Jesús no solo se manifiesta en palabras o acciones directas, sino también en la indiferencia o el descuido de Su llamada en nuestras tareas de servir a nuestra Iglesia Diocesana”.
En este sentido, Don Sebastián alentó a la Curia en la tarea que tienen encomendada, y que traspasa lo profesional para ser una forma de vida, “la Curia desempeña un papel esencial en el funcionamiento ella, facilitando la labor del obispo y de todos los miembros de la comunidad diocesana. Aquí, se toman decisiones importantes, se coordina el trabajo pastoral y se brinda apoyo a todas las parroquias y comunidades que conforman nuestra Diócesis”. Y en el año que la Diócesis dedica al Primer Anuncio exhortó, “En este nuevo curso, os animo a que sigamos trabajando con dedicación y espíritu de servicio. Recordemos siempre que nuestra misión es llevar la luz del Evangelio a quienes más lo necesitan y guiar a nuestra comunidad en su camino de fe”.
Durante la celebración se recordó a Isabel Robles y Rafael López- Sidro, miembros de la Curia, que partieron a la Casa del Padre durante el pasado curso.
Al finalizar la Misa los asistentes compartieron un delicioso aperitivo en las instalaciones episcopales.
Galería fotográfica: «Eucaristía de inicio de la curia diocesana»
