Las parroquias de Alcaudete, El Sabariego, Noguerones y La Bobadilla han completado la primera visita pastoral e institucional del Obispo, Don Sebastián Chico Martínez. Como entrada, como “puerta natural” de la Sierra Sur de Jaén, ha supuesto su primera visita pastoral a la Diócesis de Jaén. Los días 23, 24 y 25 de febrero y 1 de marzo, las parroquias del municipio de Alcaudete han vibrado con la presencia cercana, amable e ilusionante del Prelado de Jaén.
Con grandes titulares, dejando huella en todos los sectores que suponen una influencia en la vida pastoral y evangelizadora de las comunidades cristianas, se han sentido removidos por la presencia y mensajes transmitidos con humildad, sencillez y naturalidad por parte del Obispo de Jaén.
Todas las miradas dentro de la Diócesis estaban dirigidas hacia el Arciprestazgo de Alcalá la Real, muchas oraciones por los frutos de la visita pastoral rezadas en los días previos, un trabajo de preparación intenso en el seno de las comunidades parroquiales y en el Consejo Arciprestal de Pastoral, la comunión fraternal de los dos párrocos de la localidad, la participación activa y responsable de los consejos parroquiales y de los agentes de pastoral, así como colectivos sociales, económicos y políticos que forman parte de la vida ordinaria del municipio, han supuesto el gozo y la alegría que ha significado el momento de gracia vivido en esta visita pastoral.
Los recibimientos en las parroquias, a primera hora de la mañana, fueron comienzos agradables vividos por numerosos feligreses, que daban la bienvenida a Don Sebastián, quien se presentaba como el sucesor de los apóstoles, testigo fiel de San Eufrasio, con la meta a alcanzar de la santidad de San Pedro Pascual y testigo de los mártires que regaron estas tierras con su sangre sacrificial. Así, en un ambiente de oración y recogimiento se salía fuera de los templos para encontrarse con los ámbitos de educación, empresarial, enfermos, autoridades y la vida intensa de comunidades cristianas vivas e implicadas responsablemente en la misión de la Iglesia universal, sintiendo como propios los mismos retos de la Iglesia Diocesana de Jaén.
Fueron los inicios en la iglesia del Carmen, de la parroquia de Santa María la Mayor de Alcaudete, con su párroco, José Antonio García, al frente de la misma. Momento de gran regocijo fue el encontrarse con doscientos alumnos del IES Salvador Serrano, animados por su profesor de Religión. Esfuerzo, renuncia, grandes objetivos, sueños altos… ¡Llegó ese mensaje a los alumnos! Y la clase práctica por parte de profesores y alumnos del departamento de robótica, despertando aquellos años donde Don Sebastián estaba inmerso en su ingeniería técnica.
Mantuvo su atención en una de las naves más punteras de la localidad, atendiendo a las explicaciones del ingeniero. De tú a tú, hablando en el mismo lenguaje. Así como el encuentro de los empresarios más representativos, que ante Don Sebastián expusieron sus preocupaciones y se alentaba a una expectativa ilusionante de la rápida incorporación de los jóvenes al mundo laboral. Al mismo tiempo que el Obispo alentó a trabajar asociados en esta tarea.
Merecido descanso, compartiendo con los sacerdotes del arciprestazgo momentos de cercanía, preocupaciones comunes y un ambiente excepcional.
Y continuó con encuentros con niños de catequesis, catequistas, Cáritas, Manos Unidas, Visitadores de Enfermos, Ministros Extraordinarios de la Comunión, Grupo de Vida “San Lunes”, misioneros infantiles… Ante todos ellos, Don Sebastián lanzó grandes retos que fueron recogidos oportunamente para su próximo seguimiento en el plan de pastoral diocesano que se está gestando en los numerosos grupos de pastoral parroquial y arciprestal.
Momentos importantes suponen las misas estacionales. Con la liturgia por excelencia y al mismo tiempo, con naturalidad y sencillez. Homilías con el fin de animar e ilusionar a las comunidades, como verdaderas familias cristianas. Alcaudete -Santa María la Mayor y San Pedro Apóstol-, la parroquia más pequeña de la Diócesis, El Sabariego y, por último, La Bobadilla. Mención especial hay que poner en la misa estacional de Sabariego -¡10 de la mañana, en uno de los días más fríos del año!-, debidamente superado por el calor humano de los que se hicieron presentes en la pequeña aldea, cuyo nombre le costaba a Don Sebastián pronunciar, pero finalmente logrado con nota.
Y seguimos con encuentros: Enfermos, Consejos parroquiales y de Liderazgo. Especial fue el recibimiento por parte de la Corporación municipal del Ayuntamiento de Alcaudete. Recibidos por el alcalde, D. Valeriano Martín, convirtieron el Ayuntamiento en lo que siempre es, casa de todos los alcaudetenses, constituido más por personas que por enseres, trabajando por el bien de Alcaudete. El Obispo firmó en el libro de honor del Ayuntamiento y se tuvo una recepción en el salón de plenos, donde todos tuvieron sus intervenciones, proponiendo lo mucho y positivo que supone la suerte de vivir en Alcaudete.
Muchos momentos inolvidables, muchos titulares a retener en la memoria, rostros sonrientes de seglares y feligreses, lágrimas de enfermos que pedían al Obispo que rezara por los miembros de sus familias que les atendían en sus necesidades diarias.
Así lo hacía ver Don Sebastián en sus palabras de despedida de las comunidades parroquiales, que se marchaba muy contento porque se había encontrado con comunidades vivas, haciendo el trabajo con ilusión y mostrando aquellos aspectos en los que nos animó a mejorar.
Con estas realidades pastorales y tocando de primera mano la gran ilusión de ambos párrocos en sus respectivas parroquias, muy unidos a los agentes de pastoral, tras los encuentros privados con ellos, de padre a hijo, continua su periplo pastoral por el Arciprestazgo de Alcalá la Real.
José Antonio García Romero
Arcipreste de Alcalá la Real
