La Hermandad del Rocío de Huelva vive con especial intensidad este año la antesala a la celebración de la romería en la aldea almonteña. El pasado sábado recibió una réplica de la Medalla de la Ciudad en una fecha en la que se cuenta el 75 aniversario de la bendición de su Simpecado, que regresó de nuevo a la hermandad tras permanecer en la parroquia de San Pedro desde el domingo anterior.
Con este motivo, se celebró una función principal que fue oficiada por el director espiritual de la hermandad, José Antonio Sosa, a la que siguió una procesión en la que participaron hermandades, entre las que se encontraba la Matriz, autoridades civiles y militares.
Ha sido éste el preludio de una romería que está ya muy cerca y que, tal y como describe el presidente de la Hermandad, Juan Ferrer, «aunque parece que todos los años es lo mismo, en realidad, siempre aparece algo y hay alguna cosa que mejorar o algo que se olvidó. Esperemos que todo vaya bien, que sea un camino de alegría y que nos lleve a todos a cumplir nuestras promesas de fe». Para Ferrer, en El Rocío, fiesta y religiosidad pueden convivir a la perfección.
Por otra parte, la hermandad celebró el pasado miércoles una asamblea general en la que se apuntaron varias novedades. Así, aprobó la nueva heráldica e imagen corporativa de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Huelva, de manera que el escudo identifique a la hermandad, sobre todo, en actos y documentos civiles. De todas formas, la hermandad debe esperar a que la Diócesis culmine las modificaciones del estatuto marco para que los cambios aparezcan reflejados en sus propios estatutos y ponerlos en funcionamiento.
Entre otros asuntos, la asamblea proclamó a Francisco Millán como hermano mayor para la romería del próximo año 2015.