Cáritas Diocesana de Huelva ha atendido a las personas afectadas por un nuevo incendio en un asentamiento chabolista en la provincia, concretamente en ‘Las Jarras’ de Moguer. Este hecho ocurrió el pasado domingo a media mañana por causas desconocidas, aunque lo más probable es que fuera por un hornillo o un fuego para cocinar que prendiera las maderas y plásticos de las chabolas.
Afortunadamente no ha habido que lamentar ninguna desgracia de tipo humano. En el fuego han ardido 43 chabolas, y se han visto damnificadas 12 personas ya que el resto de ocupantes se encuentran terminando de trabajar en la campaña de la aceituna en Jaén. Los afectados son de Mali, excepto una mujer, que es de origen rumano.
Las pérdidas, aunque no hay que lamentar ninguna personal, han sido muy cuantiosas ya que la mayoría de estas personas viven de forma permanente en este asentamiento por lo que todos sus enseres personales y documentos se encontraban en las chabolas.
Ya son varias las ocasiones en las que el fuego por suerte no se ha llevado la vida de ninguna de las personas que malviven en estos asentamientos. Durante 2015 registramos cuatro incendios en Palos de la Frontera, Lepe y Lucena del Puerto, y otros tres durante 2016 en Moguer, Lepe y Palos de la Frontera. Es el primero que se produce en 2017, durante el invierno.
Cáritas Diocesana de Huelva, al igual que otras entidades sociales, se desplazaron al asentamiento para comprobar cuántas personas eran, cómo se encontraban y cuáles eran sus pérdidas y necesidades.
Desde Cáritas Diocesana de Huelva se les ha facilitado a las personas afectadas mantas, ropa interior, kits de higiene y alimentos, ya que muchos de ellos solo contaban con la ropa de trabajo que llevaban puesta en ese momento.
En los días posteriores, los técnicos y voluntarios de Cáritas Diocesana de Huelva se coordinaron con las diferentes entidades sociales y el Ayuntamiento de Moguer para seguir asesorando a las personas para que interpusieran denuncias por la pérdida de documentación, en el acompañamiento a los centros de duchas de los que disponen Cáritas Diocesana de Huelva y Accem, en el reparto de alimentos y en cualquier información o ayuda que necesiten, como la tramitación de las tarjetas sanitarias.
Esta situación no es nueva porque en los últimos años son numerosos los incendios que se producen en los asentamientos chabolistas de la provincia. Ante esta situación, ¿qué pide Cáritas Diocesana de Huelva?
• Que cada una de las administraciones afronte su parte de responsabilidad en esta realidad así como una mayor implicación de las administraciones competentes para buscar una solución real a este problema.
• La creación de una mesa intersectorial en la que la administración, los sindicatos, la patronal, las organizaciones sociales y los propios afectados busquen y aporten todo lo posible en la solución de este problema humanitario.
• La puesta en marcha de una red de recursos en todas las zonas agrícolas que permitan a los trabajadores temporeros no verse obligados a vivir en asentamientos que no disponen de ningún tipo de servicios.
• Que estos servicios se vean ampliados con aquellos otros que complementen las necesidades de atención social, de salud, educación de las personas que se desplazan a la provincia a trabajar (desde duchas hasta ampliación en la dotación sanitaria).
• La puesta en marcha programas de ayuda y mediación al alquiler de viviendas que ofrezcan una alternativa a las chabolas.
• Y ante todo, y como sociedad, no nos debemos acostumbrar a que hechos tan lamentables y que inciden directamente en la vulneración de derechos humanos queden en el olvido en unas ocasiones o en la ‘trivialización’ de la pobreza en otros.