La Presentación del Señor es una fiesta antiquísima de origen oriental. La Iglesia jerosolimitana la celebrada ya en el siglo IV con gran solemnidad.
Era conocida esta fiesta como “La fiesta del Encuentro”, nombre que subraya un aspecto fundamental: el encuentro del Ungido de Dios con su pueblo. En el siglo VII la celebración de esta fiesta pasa a la Iglesia de Roma. Ya en plena Edad Media (siglo X) la fiesta se extiende por Occidente con el nombre de Purificación de la bienaventurada virgen María, quedando así incluida en el calendario de las fiestas de la bienaventurada Virgen María. En el calendario romano, revisado en 1969, se cambió el nombre de esta fiesta por el de “La Presentación del Señor” para devolverle la centralidad cristológica, sin menoscabo del papel de la Virgen María en los acontecimientos salvíficos.
La liturgia de este día, al recordar las palabras de Simeón en el evangelio (Lc 2, 22-40), aclama a Cristo como “luz para iluminar a las naciones y gloria de su pueblo, Israel”. La luz se hace presente por medio del rito de bendición de las candelas, que pueden ser bendecidas con procesión o con entrada solemne. La bendición de las candelas o de las velas es un símbolo de la luz de Cristo que los asistentes se llevan consigo. Tradicionalmente estas velas se conservan en las casas y encenderlas en algunos momentos particulares de la vida, no tiene que interpretarse como un fenómeno mágico, sino como un ponerse simbólicamente ante la luz de Cristo que disipa las tinieblas del pecado y de la muerte.
El día 2 de febrero celebramos también la Jornada de la Vida Consagrada. “Caminando en esperanza” es el lema con el que la Iglesia celebra esta Jornada, que coincide con la fiesta de la Presentación del Señor. Desde la Conferencia Episcopal se nos recuerda que es “un día especial para pararse a valorar y agradecer el don de la vida consagrada tal y como el Espíritu la va suscitando en la Iglesia de cada tiempo”. En la celebración litúrgica se puede hacer mención de esta Jornada en la monición de entrada y en la homilía, así como incluyendo una intención en la oración universal. Nuestra diócesis cuenta con 39 comunidades de Vida consagrada. La vida religiosa constituye una gran riqueza para nuestra Iglesia local. Con gozo y gratitud, tendremos especialmente presentes, en la celebración de este día, a cada una de estas comunidades.
La celebración presidida por el Sr. Obispo será a las 19.00 horas en la Santa Iglesia Catedral comenzando con la bendición y procesión de las candelas y Santa Misa de la Fiesta de la Presentación del Señor.
Delegación Diocesana para la Liturgia.
La entrada La Presentación del Señor. Una fiesta de Cristo y de la Virgen María se publicó primero en Diócesis de Huelva.