El Evangelio según San Mateo será profundizado por más de dos mil participantes en los Grupos de Lectura Creyente de la Palabra repartidos por toda la Diócesis.
Como en años anteriores, al comienzo del curso pastoral tienen lugar los encuentros de formación para los monitores de los grupos de Lectura Creyente de la Palabra diseminados por toda la diócesis y que, partiendo de una iniciativa particular de nuestro obispo al comienzo de su pontificado, se han ido consolidando como una propuesta de evangelización para quienes se inician en el camino de la fe y de profundización para los ya iniciados.
En palabras de Juan García, diácono permanente y responsable de estos grupos, «para quienes tenemos la suerte de participar en nuestras parroquias de estos grupos de conocimiento y profundización cristiana de la Palabra de Dios, tenemos la hermosa experiencia de ver como esta vivencia –camino para conocer y experimentar el amor de Dios-, transforma a las personas llegando a sus vidas la iluminación y la sabiduría que hace ver la propia historia y los avatares de la vida con los ojos de Dios».
Los grupos LCP quieren provocar ese encuentro personal con Cristo a través de la profundización en la Palabra de Dios según el esquema propio de la tradicional Lectio Divina, es decir, una lectura orante que, con el esquema «lectura, meditación, oración y contemplación», quiere tocar el corazón de los participantes y transformar su propia vida. Además, es una profunda experiencia eclesial que posibilita el encuentro entre los creyentes, la generación de grupos parroquiales y la conexión con otros cristianos de la diócesis. Y, en definitiva, quiere ir «dando respuesta» al deseo del Concilio Vaticano II, en este Año de la Fe, que alentó a que la Palabra de Dios fuera, «en verdad, el alma» que anime a toda la pastoral y a la vida de la Iglesia diocesana. Los que se inician en esta formación lo harán, en este caso, a través del libro de los Hechos de los Apóstoles, con el material titulado «El impulso del Espíritu Santo», teniendo la posibilidad de descubrir los orígenes del cristianismo recorriendo la experiencia de las primeras comunidades y los primeros testigos de la fe. En el caso de los que ya han iniciado esta andadura, profundizarán en el Evangelio de San Mateo, siguiendo el ciclo litúrgico del próximo año. En este caso el material lleva por título «El tesoro del escriba».
