Mons. José Vilaplana Blasco ha presidido esta mañana la Misa Crismal en la Catedral.
El obispo de Huelva, Mons. José Vilaplana, ha presidido esta mañana de Martes Santo, en la Catedral de la Merced, la Misa Crismal de consagración del Santo Crisma y bendición de los Óleos de los Catecúmenos y de los Enfermos.
En su homilía, nuestro Pastor ha pedido a los sacerdotes que «no se dejen robar la alegría de evangelizar en estos tiempos recios en los que más necesaria es la luz de Cristo». Además, ha expresado la gratitud a Dios la concesión del ministerio sacerdotal y la gratitud a los sacerdotes por ejercerlo, invitándolos a ser «amigos fuertes de Dios», parafraseando palabras de Santa Teresa de Jesús en el V centenario de su nacimiento.
Mons. José Vilaplana también ha transmitido ánimos a los presbíteros, incluso cuando no aprecian resultados en su labor pastoral, porque «no buscamos tanto el éxito como la fidelidad a Cristo crucificado en clave de Misterio Pascual», ha señalado. Nuestro Obispo ha alentado al clero a encontrar estímulos que les hagan trabajar juntos, para superar la desmotivación, un trabajo común en el que «nos hablemos con libertad y nos escuchemos con humildad», como indica el Papa Francisco. Una actitud necesaria de cara a la elaboración del nuevo Plan Diocesano de Evangelización.
Presidida por el Obispo y concelebrada con todos los presbíteros y diáconos de la diócesis, es una de las principales manifestaciones de la plenitud sacerdotal del Obispo y como signo de la unión estrecha del clero con él. Es la misa de la renovación de las promesas sacerdotales y de la bendición de los óleos sagrados que al término de la celebración los párrocos recogen para llevar a las parroquias, desde donde administrarlos para la recepción de los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Unción de los enfermos.