Nuestro obispo, José Vilaplana, abrió el domingo, 13 de diciembre, en la Catedral el Año de la Misericordia en la Diócesis de Huelva. Para ello, convocó a todos los fieles a concentrarse en la plaza de La Merced de la capital. A causa de la lluvia, la celebración comenzó finalmente en el interior del templo, al que se accedió por la puerta lateral y, una vez concluido el rito inicial con la lectura de la introducción de la bula papal Misericordiae Vultus, el Obispo, acompañado de sacerdotes y fieles, se dirigió a la puerta principal de la Catedral, en una pequeña procesión, para realizar el gesto simbólico de apertura de la puerta y dio comienzo así la Santa Misa de Inicio del Año Jubilar de la Misericordia.
En aplicación de lo dispuesto en la bula Misericordiae Vultus, se han hecho públicas, a través de decreto episcopal, las gracias que podrán obtenerse para conocimiento de los fieles de nuestra Diócesis:
I. Los fieles cristianos, una vez cumplidas las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice), podrán lucrar la indulgencia plenaria si participan devotamente en una función sagrada realizada públicamente en forma de peregrinación a la Santa Iglesia Catedral, entrando por la Puerta de la Misericordia, participando en la celebración de la Santa Misa y haciendo la profesión de fe.
II. Los fieles impedidos por la enfermedad o por otra causa legítima, podrán lucrar también la indulgencia plenaria, cumpliendo todos los requisitos para la obtención de la indulgencia plenaria, excepto la peregrinación a la Santa Iglesia Catedral, con tal que se unan espiritualmente a una celebración jubilar, ofreciendo a Dios sus oraciones y sus sufrimientos.
III. La indulgencia plenaria podrá ser aplicada como sufragio por las almas de los fieles difuntos.
Con ocasión de este jubileo el Obispo ha animado a todos a vivir este acontecimiento de gracia, tomando conciencia y experimentando la misericordia de Dios para con cada uno de nosotros. Además, ha decretado los siguientes puntos:
1. Que en todas las iglesias parroquiales, así como en las rectorales y en los santuarios de peregrinación, se establezcan y se publiquen los horarios en los que los fieles puedan recibir el sacramento de la Penitencia, especialmente en los viernes, día penitencial.
2. Que en el tiempo litúrgico de la Cuaresma, para que sea vivida con mayor intensidad, se organicen en cada parroquia o arciprestazgo catequesis y charlas sobre la misericordia de Dios, sobre el sacramento del Perdón y sobre las obras de misericordia.
3. Que en cada parroquia se ofrezcan sugerencias concretas a los fieles para la práctica de las obras de misericordia, corporales y espirituales.
4. Que se revitalice en cada parroquia el Signo de Cuaresma – destinado este año a la Casa «Santa María», de Cáritas Diocesana, como una muestra concreta, a nivel diocesano, del lugar en que se practican las obras de misericordia.
5. Que las parroquias y arciprestazgos, organicen una peregrinación a la Santa Iglesia Catedral, –»signo del hecho que también la misericordia es una meta por alcanzar y que requiere compromiso y sacrificio» (MV, 13)»-, para que los fieles puedan lucrar las gracias del Jubileo.