La piedad popular, desde antiguo, ha representado a la Santísima Virgen María adornada con corona real, como Madre del Rey Jesucristo. Es un signo externo de la realeza de María, siempre en relación con la realeza del Señor. María es Madre y Reina.
Ahora bien, esta realeza de María no puede ser entendida en analogía con los poderes de este mundo, aún cuando la representación simbólica de ésta requiera de una corona, que en realidad no deja de ser un simple símbolo de una realidad más profunda: de la corona que no se marchita (cfr. I Cor. 9, 25), con a que Ella ya fue coronada y con la que seremos nosotros coronados un día.
Ya en el siglo XVII, siguiendo la costumbre introducida por frailes capuchinos en las misiones populares, se coronaron algunas imágenes de la Virgen por los Romanos Pontífices. en el siglo XIX el rito de la coronación de imágenes marianas pasa a formar parte del Pontifical Romano. Posteriormente al Concilio Vaticano II, la facultad de su concesión, de ser un privilegio del Cabildo de la Basílica de San Pedro del Vaticano, se extiende a los obispos diocesanos. Durante el pontificado de San Juan Pablo II se promulga un Ritual para la coronación de las imágenes de Santa María Virgen, que es el que actualmente se utiliza.
El próximo domingo 1 de junio, solemnidad de la Ascensión del Señor, Monseñor Vilaplana Blasco coronará la venerada imagen de Nuestra Señora de la Estrella, Patrona de Chucena, culminando el jubileo que la Penitenciaría Apostólica concedió como preparación a la misma, entre el 2 de febrero y el citado 1 de junio. La Plaza de la Iglesia será el escenario para esta celebración histórica en la población, dado que esta devoción mariana es la máxima expresión del sentir popular y de la identidad colectiva de los chuceneros que, desde el siglo XVI veneran a la Madre de Dios en torno a esta bendita imagen, a la que se impondrá la corona de oro que ya tenía desde mediados del siglo XX. Antes, para resaltar de donde procede la realeza de la Virgen, el Obispo impondrá la corona a la imagen del Niño Jesús que porta Nuestra Señora de la Estrella. Para este momento se ha preparado el pueblo mediante la celebración del Jubileo, recibiendo los santos sacramentos; con charlas formativas y con la expresión de la caridad mediante gestos concretos de solidaridad con los más necesitados. Si duda, Chucena, el próximo domingo vivirá una jornada jalonada de una gran intensidad espiritualidad mariana, expresión plástica también de cómo el Pueblo de Dios sigue aclamando a María como Bienaventurada, es decir de cómo el Señor se ha complacido en la humildad de su Esclava. Y de toda la Diócesis onubense, con esta coronación de la Patrona de Chucena, sube un himno de alabanza, que con el Salmista, reconoce a Jesucristo Rey y contempla «de pie, a tu derecha, está la reina enjoyada con oro de Ofir».
En nuestra Diócesis de Huelva están coronadas las siguientes imágenes: Nuestra Señora del Rocío, Patrona de Almonte (1919); Nuestra Señora de las Mercedes, Patrona de Bollullos Par del Condado (1948). Ambas por concesión del Capítulo Vaticano. Nuestra Señora de Montemayor, Patrona de Moguer (1991); Nuestra Señora de la Bella, Patrona de Lepe (1992); Nuestra Señora de las Angustias, Patrona de Ayamonte (1992). Éstas por concesión del Obispo diocesano. En 1992, en septiembre, Nuestra Señora de la Cinta, Patrona de Huelva, por Breve pontificio de Juan Pablo II. Y en 1993, Nuestra Señora de los Milagros, de La Rábida, Patrona de Palos de la Frontera, coronada por el propio San Juan Pablo II, que la concedió pro Breve pontificio. En el año 2000 se coronaron Nuestra Señora de la Esperanza de Huelva y Ntra. Sra. de la Soledad, de Ayamonte; Nuestra Señora la Reina de los Ángeles, de Alájar. Posteriormente, en 2006, se coronó la imagen de Nuestra Señora del Socorro, Patrona de Rociana del Condado. En 2009 Nuestra Señora de la Peña, Patrona de Puebla de Guzmán. En 2010 Nuestra Señora del Mayor Dolor, Patrona de Aracena. En 2011 Nuestra Señora del Valle, Patrona de La Palma del Condado. En 2012 Nuestra Señora de la Victoria, de Huelva. Todas estas últimas por concesión episcopal. También, mediante decreto episcopal se reconoció como canónica la coronación piadosa de la Virgen de los Remedios, Patrona de Villarrasa, en 1954.