La Vicaría para la Celebración de la Fe, en la que se enmarca la Delegación Diocesana para las Hermandades de la Diócesis de Huelva, confirma los puntos sobre los que han informado los sacerdotes en las celebraciones que ha acogido la parroquia de Nuestra Señora de la Granada, de Moguer, en la última semana. Es decir:
- Que una hermandad no existe al margen de la Iglesia, sino que es una Asociación Pública de Fieles de la Iglesia.
- Que la Junta de Gobierno de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santísima Cruz de Jerusalén, Madre de Dios de Gracia y San Juan Evangelista ha mostrado un funcionamiento inadecuado en el gobierno de la misma durante los últimos dos años.
- Que el párroco ha intentado encauzar la situación conforme a las normas de la Iglesia sin hallar una respuesta y actitud positiva por parte de los miembros de la Junta destituida.
- Que han desatendido las recomendaciones del párroco y del Departamento Diocesano de Patrimonio Cultural sobre obras en la Capilla de San Sebastián (una carta del secretario canciller del Obispado, con fecha 24 de octubre de 2016 así lo demuestra).
Así pues, desde el momento en que se emite el decreto de esta Vicaría de destitución de la Junta de Gobierno de la Hermandad, por otro decreto, se nombra al párroco de la localidad moguereña, D. José Manuel Raposo Hernández, responsable del gobierno de la misma.
Los gestos manifestados en los últimos días -convocatoria de una manifestación contra el Sr. Cura Párroco, reparto de panfletos, emisión de comunicados inapropiados a través de las redes sociales, utilización indebida de la heráldica y del título de la hermandad, etc.-, añaden más provocación a una situación de escándalo público que descalifica la idoneidad para ocupar los cargos que, hasta su destitución, ostentaban, y reafirma a esta Vicaría en la decisión tomada.
