Desde el domingo día 29 de mayo y hasta el jueves 2 de junio, a las 7 de la tarde, en la parroquia de Santa María, de Huéscar, ha tenido lugar el rezo de vísperas, coincidiendo con la octava del Corpus. Las vísperas se han celebrado en el coro de dicha parroquia, cantadas en latín.
Durante estos días ha acudido un gran número de fieles, la mayoría de ellos miembros de la Hermandad del Santísimo. También acudieron los sacerdotes hijos del pueblo de Huéscar, que son los encargados de presidir y dirigir las vísperas.
Durante la celebración, todo el tiempo ha estado el Santísimo expuesto en el altar mayor y, al terminar el rezo de las vísperas, se ha celebrado una procesión claustral en el templo.
La promotora de esta iniciativa es la Hermandad del Santísimo que, después de casi quinientos años de existencia, sigue viva y pujante. Posee en torno a 300 hermanos, entre hombres y mujeres, que siguen manteniendo vivas estas bellas tradiciones.
Como colofón a las vísperas, el jueves, la Hermandad del Santísimo sacó de nuevo a la calle la hermosísima custodia que todos conocen como «Torrecilla», con el Santísimo Sacramento del Altar. El Santísimo se detiene en cada uno de los pequeños altares que, con mucho cariño, montan los vecinos de alrededor de la Iglesia. Además, la Capilla Musical interpreta los villancicos que, en otro tiempo, Juan María Guerrero de la Plaza escribiera para adorar a Jesús Sacramentado.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María de Huéscar