Es Domingo de Ramos. Comienza la Semana Santa y lo hace con la fuerza de saber que el coronavirus no va a poder con las ganas de celebrar la fe, de vivir la esperanza. Porque la Semana Santa que comenzamos es sobre todo eso, una invitación a vivir desde la esperanza. Y, si hay algo que en estos tiempos de pandemia necesitamos, eso es esperanza.
La Semana Santa nos habla de sufrimiento, de agonía, de cruz: la de Jesús en el Gólgota. Pero también nos habla de vida, de resurrección y de esperanza en el Dos que nos salva porque nos quiere.
Pues bien, estos días de Semana Santa comienzan hoy, con el Domingo de Ramos. Jesús es aclamado en su entrada en Jerusalén. Es aclamado rey y acabarán crucificándolo; entra triunfal para entregar su vida por todos, por cada uno de nosotros.
El de este año también será un domingo de Ramos diferente, sin procesiones de la borriquilla por nuestras calles y hasta sin procesiones de ramos. Pero será domingo, día del Señor, y podemos celebrar que Cristo quiere entrar también en nuestras vidas, en nuestros corazones para que todos tengamos vida, para ayudarnos a vivir con esperanza. Que no haya procesiones no significa que no haya Semana Santa.
Sin embargo, este año sí que estarán abiertas nuestras iglesias para que celebremos la fe. Será con todas las medidas sanitarias preventivas que las autoridades han establecido: aforo limitado, uso de gel hidroalcohólico, mascarilla siempre, ventilación,…
Para los que no puedan asistir a los templos, como el del año pasado, esta también será una Semana Santa que se podrá seguir por internet, o por televisión. En la diócesis de Guadix, desde la catedral, se retransmitirán todas las celebraciones a través del canal de YouTube. Y será el obispo accitano, D. Francisco Jesús Orozco, quien las presida.
Es Domingo de Ramos. Queda una semana intensa por delante, en la que podremos celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Todo en su conjunto tiene sentido. Por eso, solo será un Domingo de Ramos pleno si, de verdad, lo vivimos con la mira puesta en el Domingo de Resurrección. Y es que esto no ha hecho más que comenzar.
Antonio Gómez