
Face Retama tuvo tanto éxito que hubo que hacer varios grupos para conocer el entorno y disfrutar de un recorrido guiado por el santuario
Como estaba anunciado, el viernes 11 de agosto, el santuario de San Torcuato, en Face Retama, acogió la singular actividad, organizada por el secretariado diocesano para el Cuidado de la Creación, de las «lágrimas de san Lorenzo», segunda edición de este popular evento. Sobre las 21’00 h, la gran cruz del monasterio daba la bienvenida a los primeros visitantes, sin que pudiéramos imaginar que iban a llegar varios centenares.
A las 22’00h daba comienzo la visita guiada a la capilla y cueva monasterio, y a la ermita sepulcro de San Torcuato. La afluencia de público fue tan grande que hubo que hacer varios grupos, que fueron guiados por Francisco Antonio González Navarrete, Antonio Fajardo Ruiz y José Manuel Martos Segura. Previamente, el secretariado, con la colaboración del equipo del santuario, había dispuesto una iluminación especial con velas, y habían perfumado el ambiente con incienso. A este místico ambiente se unió la música de la gaita de Alejandro Baena, al que agradecemos su desinteresada colaboración, que tocó dentro de la cueva, recordando las tierras gallegas donde descansan las reliquias de nuestro padre en la fe, San Torcuato.
La barra colocada por la Hermandad Diocesana de san Torcuato ayudó a mitigar el calor del final del día, sirviéndonos bebidas frescas y unos deliciosos pinchos. El ambiente era de alegría, y los comentarios generales de sorpresa por la recuperación del lugar, sobre todo lo cuidados que están los lugares santos y el arbolado del entorno.
Sobre las 23’30h,el astrónomo Leonardo Fernández Lázaro, hizo un extraordinario recorrido por la bóveda celeste. Con su potente láser, enseñó hacia donde teníamos que mirar para ver Polaris, Saturno, Mercurio, la Osa Mayor, la Osa Menor, la Vía Láctea…
Nos habló de las estrellas, constelaciones, sus leyendas, los planetas, la distancia de la tierra y un sin fin de interesantes datos astronómicos. Lo hizo ameno y sencillo, para todos los públicos, aunque había futuros astrónomos que respondían a casi todas las preguntas que Leo formulaba. Y, entre explicación y preguntas, la atracción fueron las perseidas o lágrimas de san Lorenzo, que bellamente fueron apareciendo en el firmamento. El mirar por el telescopio para ver Saturno con sus anillos y satélites fue una magnífica experiencia que mereció la larga cola que se formó. Agradecer a nuestro astrónomo su paciencia para hacernos ver por el telescopio «cuando no veíamos» y su gran pedagogía.
La actividad finalizó sobre las tres de la madrugada y podría haberse prolongado más, pero algunos tenían que madrugar.
Gracias a todos los que han hecho posible que la convocatoria haya sido multitudinaria. Gracias por el ambiente de civismo y respeto que hubo y gracias porque vuestra respuesta nos ayuda a seguir trabajando, para conocer y cuidar el regalo de la Creación.
José Manuel Martos Segura
Director del secretariado diocesano para el Cuidado de la Creación, de la diócesis de Guadix.