
El domingo 2 de marzo las hermandades y cofradías de la diócesis de Guadix celebraron el Jubileo de la Esperanza. Fue en la Catedral, en una celebración de la Eucaristía, que estuvo presidida por el obispo, D. Francisco Jesús Orozco. Asistieron cofrades y miembros de las juntas de gobierno y de las federaciones de toda la diócesis. Antes de la Misa, hubo un tiempo de formación en la iglesia del Sagrario, en el que Mons. Orozco y el delegado de Hermandades, Manuel Amezcua, hablaron a los cofrades presentes. Además, y unidos a toda la Iglesia, todos rezaron por la salud del papa Francisco, enfermo en el hospital.
Presidía la celebración la imagen de la Virgen de la Esperanza, pues es el Año Jubilar de la Esperanza. Esta imagen fue procesionada por el interior de la Catedral al finalizar la Eucaristía. Además, el obispo anunció que es una imagen que peregrinará, a partir de septiembre, a las parroquias que lo deseen, para llevar la esperanza del Jubileo a las comunidades parroquiales.
En la homilía, el obispo habló a las hermandades: “no sois una ONG, ni un club de amigos, ni sois instituciones civiles, sois la Iglesia y esa es la responsabilidad que se os pide a todos los que formáis hermandades y cofradías: ser iglesia, que anuncia a Cristo a todos los que nos rodean.” Los animo a no perder su identidad, recordando que “si una subvención nos obliga a hacer algo que va en contra de la Iglesia, no podemos decir sí … y que eso esclavice o haga indigna la verdad de lo que somos en el mundo”.
En este sentido, les recordó que “no podemos descafeinarnos por quedar bien con el mundo, pues con quien tenemos que quedar bien es con el Señor: caridad con todos, diálogo con todos, pero identidad clara y firme para ser luz y sal”.
También les habló del compromiso de ser cofrades: “no tengáis miedo, hermandades y cofradías, a defender la vida, a defender siempre los valores del ser humano, una antropología, un humanismo cristiano que sea base para construir una sociedad justa”. Y los animó a se testigos y misioneros: “tomad muy en serio esta bonita tarea de ser misioneros, evangelizadores. Lo primero es evangelizar. No nos podemos quedar en los titulares. Los titulares son mediación para que otros, contemplando la belleza y contemplando vuestro trabajo y vuestros servicios, puedan elevar su corazón y encontrarse con el Misterio y ponerse de rodillas en la vida ante un Dios que nunca falla, esperanza que nunca defrauda”.
Terminó la celebración con una pequeña procesión claustral con la imagen de la Virgen de la Esperanza y con el anuncio de que el próximo miércoles es “de Ceniza” y comienza la Cuaresma. Aunque esto, la verdad, las hermandades ya lo saben, pues llevan tiempo preparando los cultos y los pasos para la Semana Santa que se acerca.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix