Rosario de la aurora en este primer domingo de octubre, con la Patrona, Nuestra Señora de la Piedad, que volvió a salir por su barrio, el de San Juan. Presidía un año más don Emilio José Fernández Valenzuela, párroco de San Juan y rector de la Iglesia de la Merced, donde tiene su sede canónica la Virgen de la Piedad, copatrona de Baza, junto a Santa Bárbara y San Máximo. Le acompañaba el coadjutor, don Miguel.
La Virgen lucía un manto azul celeste bordado con lentejuelas doradas, que fue estrenado el 9 de junio del año 1941, coincidiendo con el primer aniversario de su llegada a Baza tras reparar los daños sufridos durante la Guerra Civil española. Portada a hombros de sus horquilleros, de gala, con su traje negro y guantes blancos.
La procesión, no muy concurrida esta vez, pasó por la calle Cava alta, hasta llegar hasta la plaza de la Eras, el lugar donde fue coronada un 14 de septiembre del año 1930 con la bendición del Papa Pío XI. Desde allí, desde esa Plaza de las Eras, hasta llegar la procesión a la residencia de San José, que regentan las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Parada ya obligada para que los residentes puedan ofrecer a la Piedad todas sus peticiones y deseos. Les podíamos ver desde las ventanas y el jardín de esta casa, donde reciben toda clase de cuidados y son tratados con amor por estas santas religiosas.
Un rosario sentido y vivido. Con devoción. Con la mejor disposición en este inicio del mes dedicado al rosario. Perfecta organización por parte de la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad. Como siempre, con todo su desvelo y cuidado. A destacar la presencia de la Hermana Mayor, Piedad Checa, que no ha querido perderse este rosario, pese a tener a su madre grave, a sus 88 años, por una caída.
Un recorrido más corto, y que no es el habitual de la fiesta grande, que se celebra todos los años el 8 de septiembre. Sin embargo, las campanas de la Merced y de San Juan tocaban como en las mejores ocasiones, rompiendo ese primer silencio de la mañana del domingo mientras se desgranaban los padrenuestros y las avemarías por parte de todos. Así, hasta llegar a la Merced, donde la Patrona entró al grito de “Viva la Virgen de la Piedad”, que todos corearon con gran emoción. Terminó así este rosario de la aurora. El día 7, festividad de la Virgen del Rosario, Baza despedirá, en la Iglesia de la Merced, a la sagrada imagen de la Virgen de la Soledad, para ser trasladada a un taller de restauración situada en Fiñana, en Almería. Allí estará tres meses para ser restaurada.
José Gabriel Concepción
Baza
