Por segundo año consecutivo, Huéscar vive la celebración del día del Corpus, sin altares en las plazas y calles, ni hierbas aromática en el suelo. No hubo luz del sol alumbrando la hermosa Torrecilla, escoltada por esas añoradas filas de niños vestidos de Primera Comunión.
La fiesta del Corpus, por segundo año consecutivo se ha reducido a los límites interiores de Santa María, Eso sí, el frio mármol estaba cubierto de las alfombras y de las hierbas que antaño se ponían en las calles; las paredes de piedra, habían sido cubiertas por los bellos altares que se han realizado; el trascoro estaba preparado para que la Torrecilla tuviera la sensación de estar en la calle; y el altar mayor , bastaba con mirarlo para caer en la cuenta que con él se quería dar gracias por la Eucaristía.
A las doce de la mañana arranca la celebración, que presidirá el párroco de Huéscar. Una Eucaristía que contaba con todas las medidas sanitarias y de seguridad necesarias. En ella había una representación de todas las instituciones, entidades, hermandades y grupos que habitualmente forman parte del cortejo procesional, que en situaciones normales acompañarían a Jesús Sacramentado en este día junto con los niños vestidos de Primera Comunión.
Y al frente de todo la Hermandad del Santísimo, de Huéscar, que, adaptándose a la situación que estamos viviendo, ha sabido preparar la hermosa «Torrecilla» en su trono, adornado para la ocasión. Es una obra de plata en su color, fundida, repujada y cincelada, con figuras ornamentales en plata sobredorada, confeccionada en el siglo XVI en Jaén por el afamado orfebre Francisco Muñiz . Ante los altares realizados esta vez en el interior del templo, cuatro en total, la procesión claustral se detiene y la capilla musical, ha interpretado cada uno de los villancicos, supervivientes de una centenaria tradición musical que hunde sus raíces en los primeros años del siglo XVI. Este día, en Huéscar, sigue siendo grande, para demostrar el amor que dicha parroquia siente hacia Jesús Sacramentado. Un día en el que se ha rezado para que el año próximo Jesús Sacramentado pueda recorrer los lugares por donde ha ido siempre.
Además, es en estos días cuando la hermandad lleva a cabo sus tareas pastorales. En la tarde del día del Corpus, tuvo lugar la asamblea general de hermanos, este año en el coro para respetar las distancias. En ella se ajustaron las cuentas del año anterior y se eligió al nuevo tesorero de este año. Y, a las 7 de la tarde, comenzó el rezo solemne de las Vísperas, que aún se siguen rezando en el coro, cantadas en latín.
José Antonio Martínez
Párroco de Huéscar