Mensaje con motivo del DOMUND 2024

 «Id e invitad a todos al banquete» (Mt 22, 1-14)

 MENSAJE CON MOTIVO DEL DOMUND 2024

El mes de octubre celebramos el Domund, viviendo la identidad misionera de nuestra fe bautismal. El Papa Pío XI en 1922 hizo suya la Obra de la Propagación de la Fe y estableció en 1926 la celebración de la Jornada de las Misiones el tercer Domingo de octubre. El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.

Este año, bajo el lema «Id e invitad a todos al banquete«, somos llamados, como nos dice el Papa, a “estar en salida”, a “ir a los cruces de los caminos e invitar a todos los que encontremos” a vivir lo que hemos recibido de Cristo, el misionero del Padre. Abramos nuestras puertas y corazones a todos aquellos que buscan el amor y la esperanza que solo Cristo puede ofrecer.

Este lema ha sido escogido de la parábola en la que Jesús habla del Reino de Dios como el banquete de bodas ante el que los invitados muestran desinterés e indiferencia y en la que, ante esta tibieza, exhorta a que todos los hombres sean invitados, «porque la salvación que Jesús ha venido a traernos es para “todos, todos, todos” y, en especial, “para los últimos, los lejanos, los excluidos», como afirma el Papa en su mensaje para esta Jornada misionera.

El Domund nos invita a ser mensajeros de la Buena Nueva y a vivir nuestra fe de una manera activa, invitando a todos a participar en la vida de la Iglesia y en el banquete de la salvación. Vayamos e invitemos no solo a los más cercanos, sino a aquellos que se sienten alejados o desanimados, y a quienes todavía no han tenido la oportunidad de conocer a Jesús. Os ánimo a ser misioneros dondequiera que estemos para que Dios pueda seguir transformando los corazones necesitados de paz, alegría y sentido. eterno Hagamos de nuestra Diócesis un lugar cada vez más preocupado para que todos puedan experimentar el Amor de Dios. Seamos la Iglesia que testimonia que sólo Cristo es el Salvador del hombre y del mundo. Con San Torcuato, misionero que nos trajo la fe en el siglo I, nuestra Diócesis tiene el sello identitario de la misión. La Iglesia apostólica y la de todos los misioneros cristianos a lo largo de los siglos, es la Iglesia evangelizadora que Cristo ha querido para el mundo.

Recordamos, damos gracias y oramos por tantos misioneros que han salido de su comodidad para llevar la alegría de la fe a tierras lejanas, entre ellos nuestros misioneros diocesanos en Honduras, Argentina e Italia. Este pasado mes de agosto he podido ver en Honduras la entrega y el bien que hacen nuestros misioneros sembrando esperanza allí donde el desierto y la aridez de la pobreza y las dificultades necesitan la alegría de la fe. Nos sentimos orgullosos de ellos y nos unimos para rezar por los que en nombre de la Iglesia de Guadix se encuentran en la misión Ad gentes.

Como ellos, también nosotros estamos llamados a construir un camino de esperanza y de fe, llevando el mensaje del Evangelio a todos los rincones de nuestra sociedad, en la cultura, en la educación, en las familias, en nuestros trabajos, en todos nuestros ambientes. No olvidemos que nuestro testimonio cristiano es una oportunidad para que los demás puedan encontrar la única felicidad que merece la pena, la que nos regala el Señor y que nos invita a comprometernos en el anuncio del Evangelio en esta tierra, señalando el banquete del cielo al que todos somos invitados y que se hace presente ya en la Eucaristía.

Oremos, ofrezcamos sacrificios, colaboremos económicamente con nuestros misioneros, para que puedan seguir en nuestro nombre asfaltando los caminos aletargados del mundo, despertando conciencias dormidas, rompiendo comodidades egoístas y abriendo sendas de Dios, que son siempre caminos de dignidad, de Iglesia y de Esperanza.

En la actualidad, España es el segundo país que más colabora con el Domund, con 879 proyectos en todo el mundo. Recuerda que, al hacer tu donativo a Obras Misionales Pontificias, tienes beneficios fiscales: hasta los primeros 250€ anuales, se aplica una deducción del 80%.

El reino de Dios es un banquete de bodas al que todos los hombres están invitados, pues “Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Tm 2,4). Que nuestra diócesis de Guadix siga siendo fiel a sus orígenes misioneros, abriendo cauces para que todos en nosotros sepan “Que Dios es Amor” (San Juan de Ávila), sembrando Esperanza segura, como nos invita el próximo año santo 2025. La Virgen María, que en este mes de octubre veneramos bajo la advocación del Rosario, será la mejor mano misionera para salir a los caminos del mundo a encontrarnos con los que necesitan a Jesús.

Contamos con tu participación y apoyo. ¡Vamos juntos a vivir la misión!¡Ve e invita a todos los que encuentres al banquete!

Con mi afecto y bendición.

+Francisco Jesús Orozco Mengíbar

Obispo de Guadix

 

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