Carta Pastoral del Obispo de Guadix.
Queridos diocesanos:
La próxima semana -3 al 8 de marzo-, realizaré la visita «Ad Límina Apostolorum» a Roma, junto a todos los obispos de España. Será mi primera Visita Ad Límina como Obispo.
Esta visita que realizan a Roma todos los obispos del mundo cada cinco años es un signo de comunión entre los que presiden en la caridad cada una de las iglesias particulares extendidas por todo el mundo y el Obispo de Roma, centro y signo de la unidad de la Iglesia. Es un encuentro marcado por la fraternidad y la solicitud por todas las iglesias, encargo que es propio del ministerio de los obispos.
La finalidad de esta visita es venerar los sepulcros de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y encontrarse con el Papa como Sucesor del apóstol Pedro, además de visitar los distintos organismos de la Curia romana, como colaboradores que son del Santo Padre en el gobierno de la Iglesia universal.
Antes de realizar la visita, cada Obispo ha enviado a Roma un informe extenso sobre el estado de la Diócesis en los últimos cinco años, lo llamamos «Relación quinquenal». A través del este informe el Papa conoce cada diócesis y puede ofrecer una palabra de luz y de aliento al Obispo para que esa Iglesia continúe con su misión evangelizadora. Espero con mucha ilusión lo que el Papa quiera decirnos.
La visita que el Obispo realiza a Roma no es un acto administrativo, ni una visita de cortesía o control, es el encuentro que hace visible la comunión de la Iglesia. No se encuentran instituciones sino personas; la Iglesia no son sus instituciones sino la comunión de los bautizados. Es bueno conocerse y expresar la fe, la esperanza y el amor que nos une. El abrazo entre Pedro y los demás sucesores de los apóstoles es muy fecundo para la Iglesia
A esta visita, el Obispo no va sólo. Lo acompaña toda la comunidad diocesana. El Obispo lleva en su corazón y en sus palabras, para transmitirlas al Papa, las ilusiones y las esperanzas, las angustias y los sufrimientos de todos vosotros. El día que hable con el Papa estaréis presentes todos vosotros, ninguno se quedará fuera; desde los lugares más pequeños hasta los más grandes, los que sois practicantes y los que no lo son. Estoy seguro que el Papa Francisco sabrá que en el corazón del Obispo cabe todo su pueblo, que sus palabras son las vuestras y sus sentimientos los vuestros.
En la visita Ad Límina quiero expresar y transmitir lo que ha sido y es un signo de identidad de esta Iglesia accitana: la fidelidad, unión y adhesión al Sucesor de Pedro. Muchos siglos de historia que miran al futuro con esperanza e ilusión, convencidos de que en nuestra pobreza, en nuestras limitaciones, reside la fuerza del Resucitado que nos invita a continuar anunciando su Nombre a nuestros contemporáneos. La figura del Papa nos recuerda que no estamos solos, que formamos parte de una gran familia que se extiendo por todo el mundo y a lo largo de la historia hasta llegar al cielo donde están los que nos han precedido en la aventura de la fe y la evangelización.
Queridos hermanos y hermanas, os pido que me acompañéis en esta visita con vuestra oración y con el ofrecimiento de vuestros sufrimientos. Venid espiritualmente a Roma para hacer la profesión de fe en los sepulcros de los que han sido columnas del cristianismo, Pedro y Pablo; escuchemos lo que el Papa nos quiere decir, y renovemos el amor a la iglesia, que es nuestra madre.
Pongo esta visita, experiencia de comunión, bajo el amparo de la Virgen Santísima, ella que acompaña el camino de la Iglesia, acompañe el nuestro para ser en medio del mundo testigos del amor de Dios.
Con mi afecto y bendición.
+ Ginés, Obispo de Guadix.