
Manos Unidas invita a encender una vela este sábado para iluminar el mundo con un gesto solidario que exprese el apoyo a los países donde hay personas con necesidad y a la acción que Manos Unidas realiza en ellos. Ese gesto es el de encender una vela, a las 8 de la tarde del sábado 1 de noviembre como símbolo de la promesa de un mundo mejor.
Cualquier persona, en cualquier lugar del mundo, puede sumarse a esta acción, y que «la luz que desprenda» esa vela sirva para iluminar el mundo y las vidas de las personas que más lo necesitan.
Manos Unidas de la diócesis de Guadix invita a realizar este gesto, porque es una manera de concienciar y de no quedar pasivos ante el drama del hambre en el mundo. También es una forma de manifestar que, a pesar de todo el sufrimiento que hay en el mundo, se trabaja y s e vive con esperanza.
Para expresar todo lo que buscan con este gesto, en Manos Unidas se ha hecho público un manifiesto, que se leerá en muchos lugares este sábado 11 de noviembre. También en Guadix.
MANIFIESTO 24 HORAS 2023
Así nos lo ha mandado el Señor: “Te he puesto por luz para las naciones, a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra“ (Hechos, 13:47).
Hoy, en la XI edición de las ’24 Horas’ de Manos Unidas, nos reunimos de nuevo para iluminar un camino hacia un mundo más justo y equitativo. Un año más, en cada rincón de nuestro planeta, miles de velas arden unidas gracias a esta iniciativa, y el resplandor de la solidaridad y la acción se hace evidente.
En un mundo dividido por barreras y fronteras, elegimos romper esas divisiones con la luz de la unidad. No importa de dónde vengas ni quién seas; en esta luz compartida encontramos una causa común que trasciende el individualismo y abraza a la humanidad en su totalidad.
Esta luz que ahora encendemos simboliza nuestro compromiso con un mundo donde cada ser humano pueda tener acceso a sus necesidades más básicas, donde la justicia sea la norma y donde la compasión prevalezca sobre la indiferencia.
En este momento, con nuestras velas encendidas, afirmamos que cada pequeña acción, cada gesto de bondad, cada acto de compasión, es una chispa que puede encender un fuego de cambio en este mundo.
Que esta llama sea un recordatorio constante de nuestro poder colectivo para iluminar el camino hacia un futuro mejor. Que ilumine los corazones de quienes luchan contra la injusticia y la desigualdad en todo el mundo.
Que cada vela encendida hoy represente un faro de esperanza en medio de la oscuridad. Y que, al unirnos en este gesto simple pero significativo, nos recordemos a nosotros mismos que, juntos, podemos forjar un mundo más brillante y justo, donde la solidaridad no conozca fronteras.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix