Desde el pasado sábado, día 6, las religiosas de la Sagrada Familia habitan el convento de la Merced, en la ciudad de Baza, convirtiéndose la iglesia de nuestra Señora de la Piedad, que forma parte del conjunto conventual, en el primer templo de la diócesis con adoración perpetua.
Las religiosas Hijas de la Sagrada Familia han venido a enriquecer con su presencia la vida consagrada contemplativa, después de que se cerraran tres de los cuatro conventos contemplativos que existían en la diócesis accitana: los de Clarisas y Concepcionistas en Guadix y el de Dominicas en Huéscar.
Desde su llegada como obispo, don Francisco Jesús Orozco no ha cejado en su empeño por traer nuevas congregaciones religiosas. Ya llevan un año entre nosotros las religiosas Obreras del Sagrado Corazón de Jesús, y también la rama activa de las hijas de la Sagrada Familia, en breve, fundarán en Guadix.
Las Hijas de la Sagrada Familia, tienen la adoración perpetua al Santísimo como parte de su carisma.
La diócesis de Guadix ha hecho una importante labor de acondicionamiento y puesta a punto del convento de la Merced, que data del siglo XVI, recuperando un magnífico edificio que forma parte de la identidad eclesial y cultural de Baza. Como su nombre indica, el convento fue fundado por la Orden de la Merced y permaneció ocupado por esta Orden hasta la desamortización de Mendizábal. Posteriormente fue habitado por los frailes Franciscanos, que lo dejaron en el año 2008 por falta de vocaciones.
Desde el momento en que llegaron las religiosas, en la iglesia de la Piedad se adora, ama y repara de manera ininterrumpida, al Señor Sacramentado.
Sin duda, es una gracia para Baza, para la diócesis de Guadix y para la Iglesia, que se traducirá en frutos de gracia y santidad para todos.
