La Catedral se vistió de gala el pasado 6 de enero para celebrar la solemnidad de la Epifanía del Señor, fiesta que conmemora la adoración de los Magos al Niño Jesús. La celebración de este año destacó por la emotiva puesta en escena por parte de la delegación de Pastoral Juvenil, que recreó este acontecimiento con gran solemnidad y devoción, y que llenó de ilusión a pequeños y mayores.
La Eucaristía, presidida por el obispo D. Francisco Jesús Orozco, se vio enriquecida con la presencia de Melchor, Gaspar y Baltasar. Los Magos hicieron su entrada desde la sacristía, acompañando la procesión de entrada hasta llegar a sus tronos, ubicados en el coro. Este momento, cargado de simbolismo, recreó el viaje de los Reyes hacia Belén.
Durante el ofertorio, los Magos se acercaron al altar para adorar al Niño Jesús, ofreciendo los tradicionales presentes: oro, incienso y mirra. Este gesto, central en la celebración de la Epifanía, recordó la adoración de los Magos al recién nacido. Tras un breve saludo al obispo y a los presentes, regresaron a sus tronos.
Al finalizar la Eucaristía, los Magos besaron la imagen del Niño Jesús, sostenida por el obispo, al que acompañaron en todo momento durante este ejercicio piadoso en el que los fieles se acercan a besar y adorar al Niño, entregando dulces y caramelos a los que se acercaban, especialmente a los niños. La celebración revivió la escena bíblica de la adoración de los Magos, despertando la ilusión y la fe en la comunidad.
Desde la delegación de Juventud, agradecen la colaboración del Ayuntamiento de Polícar, que proporcionó los trajes para la representación y donó los caramelos repartidos. La celebración de la Epifanía en la Catedral fue un evento entrañable, que fortaleció el espíritu navideño y la vivencia de la fe.
Alfonso J. García
Delegado diocesano de Juventud