El martes 22 de marzo, día de Martes Santo, tendrá lugar en la catedral de Guadix la Misa Crismal, una celebración especial en la que se bendicen los Óleos y el Crisma y en la que los sacerdotes renuevan sus promesas sacerdotales. La celebración será a las 12 de la mañana, en la catedral, y está abierta a todos los fieles que quieran participar en la misma. Estará presidida por el Obispo de Guadix, Mons. Ginés García.
Como en años anteriores, asistirán feligreses de diferentes lugares de la diócesis. También habrá jóvenes que se están preparando para la Confirmación y que recibirán, muchos de ellos, este sacramento a lo largo del presente año. Si lo hacen, será con el Crisma que se bendiga en esta Misa Crismal, -de ahí su nombre-
Oleos y Crisma para todo el año
La Misa Crismal tiene su lugar específico en el itinerario de la Semana Santa. Su lugar es el Jueves Santo, por la mañana, antes de la celebración de la Cena del Señor. Sin embargo, por razones pastorales y para facilitar la asistencia de los sacerdotes y los fieles que lo deseen, se adelanta a la mañana del martes. Aunque cambie de día, no pierde su significación ni su solemnidad.
Además de la celebración de la Eucaristía, en esta Misa, los sacerdotes renovarán las promesas sacerdotales, que un día hicieron cuando fueron ordenados, muchos de ellos en la misma catedral. Por eso, es una celebración muy especial para todos los sacerdotes y para el mismo Obispo.
Además, durante la Misa Crismal, el Obispo bendecirá los Óleos y el Crisma que van a ser utilizados durante el año en las parroquias para la administración de los sacramentos: el Óleo de Catecúmenos, el de Enfermos y el Crisma. Esto hace que se trate de una celebración cargada de sentido para toda la comunidad eclesial. Una vez terminada la celebración, estos Óleos y el Crisma iniciarán una «procesión» hasta las distintas parroquias de la Diócesis. En algunas, el Jueves Santo habrá un rito de recibimiento de los Óleos y del Crisma, conectando así lo celebrado en la catedral con lo vivido en la parroquia.
Terminada la celebración, los sacerdotes completarán la mañana del Martes Santo con una jornada de convivencia en el Centro Diocesano de Espiritualidad.
Antonio Gómez