El jueves 9 de septiembre, el pueblo de Jérez del Marquesado ha nombrado alcaldesa perpetua a su Patrona, la Virgen Nuestra Señora de la Purificación, conocida popularmente como la Tizná. Y lo ha hecho en una solemne celebración de la Eucaristía, a los pies del ayuntamiento, en la Plaza del Molino, abarrotada de fieles bajo un sol de justicia. El obispo de Guadix, Mons. Francisco Jesús Orozco, ha presidido la celebración, que ha estado concelebrada por numerosos sacerdotes, hijos del pueblo y de la zona, y a la que han asistido autoridades civiles y militares, entre ellos el alcalde, miembros de la corporación municipal, el sargento comandante del puesto de la Guarida Civil de la localidad, representantes de la Diputación y de la Junta de Andalucía, alcaldes de la zona,…
Comenzó la celebración con el acto de bendición y entrega de la vara de mando, confeccionada para la ocasión y que, desde ya, ocupará un lugar destacado junto a la imagen de la Tizná cada vez que salga en procesión. Fue el alcalde de Jérez del Marquesado, José Ángel Pereira, quien puso la vara de mando a los pies de la Tizná, después de que la concejala de Cultura, Encarnación Lorente, leyera ante todos el acuerdo del Pleno celebrado el 25 de marzo pasado por el que se nombraba alcaldesa honoraria perpetua la Tizná “debido a la devoción que los jerezanos rendimos siempre a nuestra Patrona desde hace 400 años, siempre presente en nuestras vidas”, dice el acta del pleno.
En la homilía, el obispo hizo referencia al milagro de la Tizna, acaecido en el siglo XVII, que motivó que los jerezanos nombraran Patrona a la Tizná, al librar al pueblo de terribles tormentas en dos ocasiones y, en una de ellas, devolver la vida a tres niños que `quedaron como muertos´ por un rayo. “Hoy todos estamos aquí porque amamos a la Virgen… No nos mueven otras razones, sino la fe y el amor… Esto no es un acto social, cultural o político”, dijo el obispo, que siguió diciendo que “hoy venimos como Iglesia, como hijos de la Virgen a venerarla renovando `el Voto´, a proclamarla alcaldesa perpetua, regidora intemporal de un pueblo al que ha cuidado y al que sigue custodiando con su amor maternal”. Y con “el Voto”, vino a decir, el mejor regalo que le podemos hacer a la Virgen es el de la unidad de todos nosotros, porque “como buena Madre, la Virgen quiere unidos a sus hijos”. Terminó el obispo pidiendo a la Tizná protección: “protégenos Madre, protégenos de tantas tormentas y de los rayos que en nuestro mundo quieren apartarnos de la fe y de nuestro amor a tu Hijo Jesucristo”.
Al finalizar la celebración, el párroco, José Antonio García, agradeció a todos haber hecho posible este acto, desde la corporación municipal que aprobó ese nombramiento hasta los que han organizado de manera espléndida el acto, en el que ha participado la mayor parte de los jerezanos y que forma parte ya de la historia de este pueblo. De hecho, en la fachada del ayuntamiento ya lucía esa mañana una placa en la que se recuerda que en ese lugar se proclamó alcaldesa honorífica perpetua a la Tizná el 9 de septiembre de 2021. Comparte esa placa espacio con otras dos, en las que se recuerdan otros dos momentos significativos de la devoción de los jerezanos a la Tizná: cuando la coronaron canónicamente en 1965 y cuando celebraron el 50 aniversario de esa coronación en 2015, ambos celebrados un 9 de septiembre, Día del Voto´ como lo llaman los jerezanos por el voto que hicieron sus antepasados, el 9 de septiembre de 1624, de tenerla como Patrona y celebrar fiesta en su honor. Y desde entonces hasta hoy.
Toda la celebración ha venido marcada por las medidas adoptadas para cumplir con las restricciones sanitarias anticovid. Así, la imagen de la Virgen fue trasladada sin procesión y sin fieles, los asistentes permanecieron en todo momento sentados y con distancia suficiente entre ellos, los accesos y el aforo estaba controlado y había vigilantes de seguridad para facilitar que las normas se cumplieran. También el Covid ha hecho que los únicos actos festivos que haya en estos días de fiesta, que van del 8 al 12 de septiembre, sean los religiosos: la novena previa a la fiesta y el “Día del Voto”, pero sin las tres procesiones que hay todos los años. Tampoco ha habido toros ni verbenas, como suele ser tradicional.
Sin duda, el 9 de septiembre de 2021 forma parte ya de la historia de este pueblo, que honró un año más a su Patrona, cumpliendo su compromiso, y que la proclamó alcaldesa honoraria perpetua, un título que solo viene a expresar en la vara de mando lo que todos los jerezanos saben: que quien mueve y da fortaleza, consuelo y esperanza a su vidas es la Tizná, estén donde estén, en cualquier parte del mundo, porque se sienten hijos de su Patrona.
Antonio Gómez
Delegado de Medios de Comunicación
Diócesis de Guadix
