
En un ambiente de devoción y alegría, la comunidad parroquial de Huéscar vivió, este domingo 13 de abril, una concurrida celebración del Domingo de Ramos: domingo que recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, acontecimiento en el que se le aclama como el esperado mesías, y es recibido con palmas y ramos.
La celebración comenzó en un lugar muy querido por los oscense, el Convento de las Madres dominicas, que, al inicio de la semana grande, veía como un año más abría su puerta para la bendición de las palmas, que cada año la Hermandad del Santísimo se encarga de vender entres sus hermanos. Una vez bendecidas, comenzó la procesión hasta la iglesia parroquial, para la celebración eucarística.
En la celebración del Domingo de Ramos han participado las distintas hermandades y cofradías de la parroquia, que han estado acompañadas por el alcalde de Huéscar junto con su corporación municipal. El párroco hizo un llamamiento a fortalecer los lazos de unidad y fe entre todos los fieles de la parroquia y a no olvidar el significado profundo de la Semana Santa como tiempo de renovación espiritual y de encuentro con Dios, en todas y cada una de las celebraciones que se van a tener.
Al finalizar la Santa Misa, los fieles se dirigieron a la capilla del Santísimo, donde la Hermandad del Santo Sepulcro tenía preparado el besa manos y el besa pies a sus sagrados titulares, la Santísima Virgen de los Dolores y el Cristo Yacente.
Parroquia de Santa María, de Huéscar