

La parroquia de Huéscar también ha celebrado el Día de Todos los Difuntos, Y lo ha hecho en l iglesia parroquial, siguiendo una tradición que se remonta siglos atrás.
Todos los años, en la parroquia de santa María, en la tarde del 2 de noviembre, se vuelve a realizar lo que está recogido en una de las visitas pastorales realizadas desde la diócesis de Toledo en el año 1650. En las actas de dicha visita se dice que, en cada una de las tres puertas que hay en el templo de Santa María, se rezó un responso por los difuntos, terminando en el altar mayor. Esta oración se hacía dentro del propio templo, ya que era el cementerio del pueblo y, por tanto, se trataba de un responso por los que allí estaban enterrados.
Esta es la transcripción literal del hecho antes mencionado: «Y luego se salió en procesión a el cuerpo de la dicha Iglesia junto al coro y cantó el dicho clero un responso, y luego en la puerta principal de la dicha Iglesia se dijo otro con su oración, y prosiguió la dicha procesión, y en medio de la dicha Iglesia se dijo otro responso y oración cantada por los difuntos, y con la dicha procesión se fue a la capilla mayor de la dicha iglesia donde se dijo otro responso general,» Y así se hizo una vez más.
Como cada año, para recordar a los difuntos, se ha preparado delante del altar un lugar donde poner sus nombres, en unas manos pequeñas debajo de otras más grandes, simbolizando que nuestra confianza está en Dios, porque estamos en sus manos.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María. Huéscar

