
Celebrado en la Catedral de Guadix, el miércoles 30 de abril
Bajo una imagen de la Virgen Salus Popoli Romani, a la que tanta devoción tenía el papa Francisco y junto a la cual se ha enterrado en Roma, se celebró, en la Catedral de Guadix, el funeral diocesano por Francisco. Estuvo presidido por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, y fue concelebrada por un grupo amplio de sacerdotes de toda la diócesis. Asistieron también fieles de las distintas parroquias y autoridades, como las de la ciudad de Guadix: el alcalde, Jesús Lorente; miembros de la corporación municipal; y el delegado territorial de Economía, Hacienda, Fondos Europeos y de Industria, Energía y Minas en Granada, Gumersindo Fernández, entre otros.
Durante la celebración, el obispo comentó cómo ha participado estos días en el funeral de exequias del papa, en Roma, y cómo llevó la oración de toda la diócesis por el papa el día previo, cuando rezó ante el féretro de Francisco: “he podido llevar personalmente la oración de la diócesis de Guadix y de todos vosotros junto al féretro del Papa, en la Basílica de San Pedro”, dijo. D. Francisco Jesús quiso estar en la despedida del papa con el que ha mantenido varios encuentros y, sobre todo, porque fue el papa que lo nombró obispo, destinándolo a la diócesis de Guadix.
En la homilía, Mons. Orozco recordó algunas ideas del papa expresadas en sus documentos oficiales. También invitó al vicario general, José Francisco Serrano, a que leyera el documento que se ha introducido en el féretro y que resume la vida y ministerio del papa fallecido.
Sobre el funeral, destacó cómo la Iglesia de Guadix también se une a la oración de la Iglesia por Francisco: “somos una iglesia apostólica, fundada sobre las raíces de los apóstoles fundada sobre la sangre de nuestro glorioso mártir Santo Torcuato, patrón de toda la diócesis de Guadix, y de otros muchos mártires de nuestra historia bimilenaria. Pues, desde ellos, sucesores de los apóstoles, hoy rezamos por el eterno descanso, en la misericordia del Señor y en la esperanza que nunca defrauda, por el primero de los apóstoles, por el sucesor de Pedro, nuestro querido Papa Francisco”.
También recordó cómo el papa hablaba de la esperanza más allá de la muerte en la bula Spes non confundit: “lo que ahora vivimos en la esperanza, después lo veremos en la realidad”. Y cómo este Año Jubilar de la Esperanza, convocado por Francisco con es bula, es una invitación a mantenernos firmes en una esperanza que nunca defrauda y que es Cristo.
Además, hizo referencia a la devoción del papa a la Virgen, sobre todo en la Virgen Desatanudos y en la Virgen Salus Popoli Romani, que está en la Basílica de Santa María la Mayor, de Roma, con la que la Catedral de Guadix mantiene una vinculación estrecha desde el siglo XIX, cuando el obispo accitano Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas asistió al Concilio Vaticano I, allá por 1869 y 1870, y consiguió la afiliación espiritual entre la Catedral de Guadix y la Basílica de Santa María la Mayor, de Roma. Desde entonces, había en la Catedral una réplica de la imagen de la Virgen Salus Popoli Romani, que fue destruida en la guerra civil. Hoy se conserva una nueva copia, que va a ocupar, a partir de ahora, un lugar destacado en la capilla de la Virgen de Fátima.
Finalizó la celebración invitando a los fieles asistentes y a toda la diócesis a firmar en el libro de condolencias abierto en la Catedral y que pasará por los arciprestazgos, y a rezar por el papa Francisco, pero también por el nuevo tiempo que se abre en la Iglesia con el cónclave y la elección de un nuevo papa.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix