La misa exequial será mañana jueves, 13 de febrero, a las 11:00 horas, en la parroquia de la Asunción de Priego de Córdoba
Ha fallecido en Córdoba el sacerdote José Enrique Alcalá-Zamora Burgos, que fue párroco de Huéscar, Villanueva de las Torres, Dehesas, Alicún, Gorafe, Darro, Huélago y Lopera. José Enrique se ordenó de sacerdote en la diócesis de Guadix, donde desempeño su ministerio durante 9 años, antes de marchar a la diócesis de Córdoba, de donde era natural. Tenía 70 años.
José Enrique nació en Priego de Córdoba el 23 de septiembre de 1954 y fue ordenado presbítero el 31 de mayo de 1989, en Guadix, tras cursar estudios de Teología en la Pontificia Universidad de Comillas de Madrid y la Facultad de Teología de Granada.
Sus primeros años de ministerio los desarrolló precisamente en la diócesis de su ordenación hasta que en el año 1998 se trasladó a Córdoba y comenzó su ministerio en Palenciana, donde fue párroco de San Miguel Arcángel y las aldeas de El Esparragal, Los Villares-Algar, Zagrilla Alta y Baja y Carcabuey hasta el año 2002.
Tras desempeñar su ministerio en la diócesis de Córdoba durante 9 años, se incardinó definitivamente el 4 de septiembre de 2006. Previamente, desempeñó el cargo de arcipreste de Priego de Córdoba, desde 2004 a 2008. Precisamente en este año, fue designado párroco de Ntra. Sra. del Carmen de Cardeña y San José de Azuel. Después, el 2010 fue nombrado párroco de Ntra. Sra. de Consolación de Doña Mencía y Ntra. Sra. de los Remedios de Zuheros. Seis años después, llegó la parroquia del Carmen de Las Lagunillas y la Asunción de Carcabuey, donde estuvo desde junio de 2016 a junio de 2024.
En la actualidad, era párroco de Nuestra Señora del Carmen de Zagrilla y de San Isidro Labrador de Los Villares.
La misa exequial será mañana jueves, a las 11:00 horas, en la parroquia de la Asunción de Priego de Córdoba, presidida por el Obispo y concelebrada por sus hermanos sacerdotes.
Desde la parroquia de su pueblo natal, invitan a los fieles prieguenses y a los de Carcabuey, Zagrilla Alta y Zagrilla Baja, así como a los de las aldeas por las que este sacerdote ha pasado sus últimos años de ministerio, a elevar “una oración por su eterno descanso y que Dios le pague su vida entregada en el sacerdocio”.
Tomado de www.diocesisdecordoba.es
