La Virgen de las Angustias volvió a convocar, un año más, a todos los accitanos en el día grande de su fiesta. Fuel el domingo 10 de noviembre, en la Catedral primero, con una Misa Pontifical, y en la calle después, con una solemne procesión. El pueblo de Guadix acompañó a su Patrona, no solo en este día grande de fiesta, sino a lo largo de toda la septena de preparación, como el recordó el obispo al finalizar la Misa.
D. Francisco Jesús Orozco presidió una celebración que terminó con bendición apostólica con indulgencia plenaria y a la que asistieron las autoridades de la ciudad de Guadix, encabezadas por su alcalde, Jesús Lorente, e instituciones locales, hermandades, asociaciones…. También estaban las hermandades de la Piedad de Baza y de la Virgen de las Angustias de Granada, y muchos fieles que honraron a la Patrona de Guadix con mucha devoción.
En la homilía, el obispo habló de los dolores de la Virgen, con su Hijo muerto en su regazo, y de los dolores del mundo. Pero también habló de la esperanza a la que nos llama la fe y, de manera particular, la Virgen de las Angustias.
Sobre los dolores del mundo el obispo comentó cómo “la fe siempre tiene que ver con nuestra vida y con el mundo, con nuestra sociedad. A veces esta mirada nos puede llevar a creer que todo es una utopía, mirando los fracasos humanos en tantas historias personales y sociales: la soledad que tantas veces vive el ser humano en las heridas de la vida; las divisiones y fracasos del mundo en la guerra: ahí tenemos Ucrania, Gaza, Sudán, Etiopía, Afganistán, Siria, República Dominicana del Congo, Colombia… más de 56 conflictos en estos momentos activos en el mundo, la mayor cantidad desde la Segunda Guerra Mundial. O miremos las injusticias que atropellan a los más inocentes: hoy, miles de personas están muriendo de hambre en el mundo; migrantes, familias muertas en los océanos, en las pateras escandalosas de la indignidad; sueños rotos y asesinados de niños jóvenes y familias exiliadas, desplazados, refugiados obligados a huir por las guerras, la violencia, discriminaciones, corrupción por doquier; mentiras interesadas para dominar; dictaduras ideológicas; catástrofes naturales, como la que estamos viviendo en España en estos días a causa de la Dana… “
“Hoy, continuó D. Francisco Jesús, somos una generación que, incluso bajo el sello de la modernidad mata a los inocentes en el seno bendito de sus madres; generaciones cerradas al deseo de transmitir la vida en una maternidad y paternidad responsables; ancianos solos; enfermos necesitados de esperanza y no de muerte eutanásica; jóvenes que ven sus sueños derrumbados ante un futuro incierto, sin oportunidades por la falta de trabajo, con ocupaciones no estables, encerrados en el pesimismo, en la melancolía, en el aburrimiento, en la ilusión de las drogas, en el mundo de la delincuencia o en la búsqueda de los efímeros en abismos oscuros que les inducen a cometer gestos incluso autodestructivos… “
“Son estas, dijo el obispo, algunas de las angustias que asolan nuestro mundo y que la Virgen de las Angustias sostiene en sus brazos. Todo eso todo, eso que acabo de citar y más que podíamos decir, todo esto es lo que abraza la Virgen en Jesucristo, en sus brazos, porque el Hijo de Dios que abraza la Virgen, roto y muerto por el pecado de los hombres, hoy sigue muriendo en los dolores de la historia, en cada sangre derramada”.
Por todo ello, la Virgen de las Angustias nos habla también de esperanza y de afrontar esa realidad de dolor con esperanza, dijo el obispo, que invitó a vivir el Año Jubilar que la Iglesia vivirá el año que viene y que el papa Francisco ha dedicado a la esperanza.
Y antes de terminar la homilía, el obispo ponderó cómo la Virgen de las Angustias nos ofrece en sus brazos “la felicidad que necesita nuestro corazón y que nunca defrauda y es gratis: es Jesucristo, Dios hecho hombre, muerto en la cruz, resucitado de entre los muertos. Esta es la felicidad que construye el amor de Dios en nosotros”.
Ya por la tarde, como viene siendo tradición, una procesión sirvió para acompañar a la Virgen de las Angustias hasta su templo. Miles de accitanos acompañaron a su Patrona, expresando una devoción que se mantiene durante todo el año en las familias, pero también en torno a su iglesia, junto al colegio de la Presentación. En el recuerdo, durante todo este día estuvieron los gozosos momentos vividos hasta septiembre pasado con el Año Jubilar de la Virgen de las Angustias, pero también el sufrimiento que se está viviendo en todas las zonas afectadas por la Dana y las inundaciones, y que estuvieron presentes tanto en la celebración de la Misa, como en las oraciones de todos los devotos de la Virgen.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix
“