Granada celebra hoy la beatificación de 16 mártires, dos de ellos vinculados a la diócesis de Guadix

Diócesis de Guadix
Diócesis de Guadixhttps://www.diocesisdeguadix.es/
La diócesis de Guadix es una sede episcopal sufragánea de la archidiócesis de Granada, erigida en 1492 y, según la tradición, procedente de la diócesis de Acci, fundada por San Torcuato en el siglo I. Su sede es la catedral de Guadix.

Granada celebra hoy la beatificación de 16 mártires, dos de ellos vinculados a la diócesis de Guadix

 

 

Granada celebra, esta mañana del sábado 26 de febrero, la beatificación de 16 mártires granadinos de la persecución religiosa en España en los años 30 del siglo XX. Entre esos mártires, y a partir de ahora nuevos beatos, hay dos sacerdotes vinculados con nuestra diócesis: Manuel Vílchez Montalvo, que era de Moreda, pero acabó como sacerdote en Iznalloz, una parroquia de la archidiócesis de Granada; y José Becerra Sánchez, que nació en Alhama de Granada, pero fue ordenado sacerdote en Guadix.

El lema de las beatificaciones es “Tu Gracia vale más que la vida”. A la ceremonia asistirá el obispo accitano, D. Francisco Jesús Orozco, junto a otros obispos y arzobispos, además de familiares de los mártires. Está previsto que la beatificación sea presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Mons. Marcello Semeraro. También asistirá el nuncio del papa en España, Mons. Bernardito Auza, y el cardenal de Valencia, Mons. Antonio Cañizares, que fue arzobispo de Granada. Y, por supuesto, habrá una representación de Moreda, encabezada por representantes del ayuntamiento de Morelabor.

La celebración será en la catedral y se podrá seguir a través de la televisión, porque será retransmitida por 13TV, a partir de las 11 de la mañana.

Beato Manuel Vílchez Montalvo

Nació en Moreda (Granada) el 5 de junio de 1889. Estudió en el Seminario de Guadix hasta final del curso 1912- 13 en que concluyó el 4º de teología y recibió el diaconado. El curso 1913-14 hizo ya en el Seminario de San Cecilio de Granada el 5º curso de Teología y obtuvo el doctorado. En Granada fue ordenado el 6 de junio de 1914, incardinado en su diócesis de Guadix.

Fue coadjutor de la Iglesia Mayor de Baza, párroco de Castril, beneficiado de la Catedral de Guadix y profesor en el Seminario de San Torcuato y, finalmente, mediante oposición pasó a la archidiócesis como párroco de la parroquia de Iznalloz de la que tomó posesión el 12 de octubre de 1923.

El 29 de abril de 1936 fue incendiada la iglesia de Iznalloz y el Siervo de Dios tuvo que contemplar el destrozo del monumental templo y sufrir la expulsión de su parroquia. Pasó, pues, a Granada donde prestó sus servicios ministeriales en la parroquia de los Santos Justo y Pastor durante un tiempo y pocos días antes del 18 de julio marchó a Moreda, donde esperaba estar más seguro entre sus familiares y paisanos. Pero no fue así: durante meses vivió escondido en casas de diversos familiares. Finalmente decide que esta situación es demasiado peligrosa para él y para la familia y debe marcharse e intentar pasar a Granada por Sierra Nevada con la ayuda de un experto que se dedicaba a este oficio. Marchaba como un cordero llevado al matadero, señala un testigo: estaba ya muy torpe después de tantos meses encerrado y consciente de lo que podía ocurrir: que sepáis donde me entregáis, avisó a sus familiares. Afrontaba una marcha dolorosa y difícil por lo agreste del recorrido y la necesidad de atravesar un frente de guerra. El bien de sus familiares, siempre acosados, está en el fondo de la decisión. Salió de Moreda pero no llegó a Granada, murió el 7 de marzo de 1937 y sus restos no se han encontrado.

En realidad su martirio comenzó cuando, hostigado, hubo de dejar la parroquia y después, cuando refugiado entre sus familiares, fue buscado constantemente. Además de este sufrido destierro, en la tradición cristiana también se tiene como un valor martirial la muerte del perseguido por la fe vivida en soledad. Es claro el testimonio de San Cipriano: “Y si durante la huida le atacase una fiera, o se viera angustiado por el hambre, o la sed o el frío… Cristo está mirando a su soldado donde quiera que luche… Y no es la menor gloria del martirio haber perecido no públicamente y ante mucha gente, pues que la razón de morir es morir por Cristo; basta para testimonio de su martirio aquel testigo que prueba a los mártires y los corona” (Carta a los fieles de Thibaris). Es el martirio del perseguido, que muere solo, sin ningún testigo que pregone su fidelidad a Cristo, sin que brille la luz de su fortaleza.

Beato José Becerra Sánchez

Nació el 7 de marzo de 1875 en Alhama de Granada. Realizó sus estudios en el Seminario de San Cecilio residiendo en el Colegio de San Fernando. Fue ordenado el 26 de marzo de 1902 en Guadix.

Fue coadjutor de Santa Catalina de Loja, Padul y Alhama de Granada. El 6 (ó 7) de noviembre hubo en Alhama nuevas detenciones, entre ellas la del Siervo de Dios José Becerra. Encontrándose en la cárcel tuvo un gesto heroico: un joven de catorce años es detenido y, después de pasar una noche en la cárcel, fue llamado por la mañana. Todos pensaron que se trataba de llevarlo a la muerte, ante lo cual el sacerdote se ofreció a morir en su lugar: No, no os llevéis a ese muchacho, que es muy joven todavía, llevadme a mí que soy un viejo. Este joven, que en realidad era llamado para dejarlo en libertad, siempre habló de la generosa disposición del sacerdote a morir en su lugar y dio testimonio de ello en el proceso de beatificación del Siervo de Dios: La valentía y el coraje de este sacerdote, dispuesto a morir por mí, eso no se me olvidará mientras viva. Algunos de estos presos fueron puestos en libertad y otros, con ellos el sacerdote, fueron trasladados al cuartel de la Trinidad en Málaga. Allí fue incitado a romper su castidad en varias casas de prostitución, así como a pisar un crucifijo, pero no pudieron romper su fidelidad al Señor: Antes de hacerlo, prefiero mil veces la muerte, fueron sus palabras. Finalmente, le atan al cuello una soga y lo arrastran hasta el muelle; una vez allí, lo arrojaron al mar. Aunque consta que su cadáver fue encontrado, se desconoce su enterramiento. Tenía 61 años.

Los 16 nuevos beatos

Esta es la relación de los 16 mártires que serán beatificados el 26 de febrero en Granada:

  • Cayetano Giménez Martín, párroco de la Encarnación y arcipreste de Loja
  • José Becerra Sánchez, presbítero
  • José Jiménez Reyes, coadjuntor de Santa Catalina y Encargado de Riofrío
  • Pedro Ruiz de Valdivia, arcipreste de Alhama de Granada
  • Francisco Morales Valenzuela, nacido y martirizado en Alhama de Granada
  • José Frías Ruiz, coadjutor de Alhama de Granada.
  • Manuel Vázquez Alfalla, mártir de Motril
  • Ramón Cervilla Luis, mártir de Almuñécar
  • Lorenzo Palomino Villaescusa, mártir de Salobreña
  • José Rescalvo Ruiz, mártir de Cádiar
  • Manuel Vilches Montalvo, mártir de Iznalloz
  • José María Polo Rejón, mártir de Arenas del Rey
  • Juan Bazaga Palacios, mártir de La Herradura
  • Miguel Romero Rojas, sacerdote y mártir de Coín
  • Antonio Caba Pozo, seminarista
  • José Muñoz Calvo, laico, presidente de Acción Católica de Alhama de Granada

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

 

 

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