Este jueves 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes, se celebra en la Iglesia la Jornada Mundial del Enfermo. Este año, desde el departamento de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal nos animan a dirigir la mirada tanto a los enfermos como a quienes los cuidan. Sin duda que este año de pandemia está sirviendo para mostrar cuánto dolor hay tras la enfermedad y cuánto bien y cuánta dedicación hay en los profesionales que cuidan al enfermo. “Cuidémonos mutuamente” es el lema con el que se presenta la jornada.
Con motivo de esta celebración, el papa Francisco ha publicado un mensaje en el que destaca la importancia de brindar una atención especial a las personas enfermas y a quienes cuidan de ellas, tanto en los lugares destinados a su asistencia como en el seno de las familias y las comunidades. Y, en particular, a las personas que sufren en todo el mundo la pandemia del coronavirus, así como a los más pobres y marginados.
En nuestra diócesis, el delegado de Pastoral de la Salud, Rafael Tenorio, ha expresado la importancia de celebrar esta jornada, sobre todo, en el contexto que estamos viviendo de pandemia. En declaraciones al programa Iglesia Noticia, en Cope Guadix, reconoce el mucho dolor que la COVID-19 está provocando en las familias y en los enfermos, sobre todo cuando se enfrentan a la enfermedad en la soledad de los hospitales, sin la cercanía de los suyos, por culpa del asilamiento. Tenorio, que es capellán en el Hospital de Baza, cuenta con la ayuda del sacerdote Salvador Cifuentes en la atención a todos los enfermos, también los de COVID.
La Jornada Mundial del Enfermo se verá completada con la celebración de la Pascua del Enfermo, que este año será el 9 de mayo. En ambas, se recuerda a cuantos padecen directamente el COVID, a cuantos les cuidan, a quienes padecen cualquier otra enfermedad y ven retrasados sus tratamientos o revisiones por la situación creada en los centros médicos por la pandemia… En definitiva, a los que sufren la enfermedad en mayor o menor medida.
Pero, también es una jornada para encarar el dolor y el sufrimiento desde la llamada de Cristo a no tener miedo, porque Él estará con nosotros -nos dijo- todos los días de nuestra vida.
El tema propuesto para esta Jornada, “Cuidémonos mutuamente”, es una llamada a recordar que todos somos hermanos y que todos somos corresponsables unos de otros, algo que la pandemia ha puesto de relieve de manera particularmente dolorosa. Por tanto, también es una llamada a la responsabilidad
Antonio Gómez
