
La formación permanente de los presbíteros se está convirtiendo, en las últimas décadas, en una de las grandes preocupaciones de la Iglesia Católica. Es un tema de vivo interés y de apremiante actualidad. La formación en la etapa del Seminario no es suficiente si se tiene en cuenta la evolución de la persona del presbítero en las diferentes fases de su vida, la rapidez de los cambios en el mundo actual y la necesidad de responder adecuadamente «a las preguntas profundas, muchas veces inquietas e inquietantes, del hombre de hoy, para como dice el apóstol Pedro, dar razón de nuestra fe.
Es por ello que, el miércoles 15 de noviembre, los sacerdotes de la Diócesis de Guadix, se reunieron en la Casa de Espiritualidad, para tener la jornada de formación permanente del primer trimestre.
El tema elegido era el bornout, conocido como el síndrome de quemarse en el trabajo.
El encargado de dirigir la formación fue Damián Picornell Gallar, sacerdote diocesano de Albacete, que, en la actualidad, ejerce su ministerio en la parroquia de San Roque, de Almansa. Es doctor en Teología y psicólogo, y, en la última década, sea dedicado con gran intensidad al estudio de este tema dentro de los distintos presbiterios de España, llegado a realizar incluso una encuesta a nivel nacional.
Fue una formación muy productiva, en la que intercaló sus ponencias con el dialogo con los asistentes, dando muchas ideas para combatir esta realidad de la cual los sacerdotes no estamos exentos.
No solamente habló desde el conocimiento, sino también desde su experiencia pastoral, pues ha ocupado distintos cargos pastorales de responsabilidad en su diócesis de Albacete.
Esta jornada de formación ha estado convocad ay organizada por la delegación diocesana para el Clero.
José Antonio Martínez
Delegado diocesano para el Clero