Han pasado ya unos días desde que el pasado 29 de junio, festividad de San Pedro y de San Pablo, el obispo de Guadix, Don Francisco Jesús Orozco, ordenara sacerdote, en la Catedral accitana, a Guillermo Parra, hasta ese día diácono durante dos años. Y las celebraciones en torno a la ordenación sacerdotal de Guillermo se han sucedido durante el mes de julio.
Así, el sábado 6 de julio, celebró su primera Misa en la parroquia de San José de Calasanz, de Granada, lugar que le vio nacer y crecer en la fe, a la cual está muy unido por medio de la cofradía de los Escolapios, a la que pertenece.
El siguiente sábado, el 13 de julio, celebró solemnemente la Eucaristía en la parroquia de Santa María, de Huéscar, en la que ha estado destinado cuatro años, primero como seminaristas y después como diácono
Por este motivo, la parroquia se engalanó para esta celebración. Un gran número de feligreses, y amigos del nuevo sacerdote se reunieron para acompañarlo en ese momento tan importante en su vida, en el que oficiaba su primera Misa en la parroquia en la parroquia de Huéscar, tan querida para él. Igualmente lo acompañaron sacerdotes del arciprestazgo de la Sagra-Huéscar.
En la homilía, Guillermo tuvo palabras de cariño hacia su familia, recordando a su madre y abuela, y a su difunto padre, por el esfuerzo que han hecho para que llegara este momento. Igualmente recordó a todos los monaguillos que a lo largo de este año él ha ido formado. También tuvo palabras para el grupo de Cáritas, al cual ha estado muy unido a lo largo de este tiempo, y para las catequistas, las hermandades y los demás grupos de la parroquia.
Sin duda, fue un momento para dar gracias a Dios por el sacerdocio de Guillermo. La celebración terminó con el bonito gesto de besar las manos al sacerdote recién ordenado
Querido Guillermo, gracias por tu generosidad. Muchas felicidades por tu ordenación. Que descubras la felicidad sirviendo en la evangelización, en los lugares que el obispo te ha encomendado. Y no olvides siempre sembrar con la dureza del calor y las dificultades, abonar sabiendo que Dios será quien lo haga fructificar todo.
José Antonio Martínez
Párroco de Santa María. Huéscar
