Mons. Francisco Jesús Orozco presidió la última celebración del mes de las flores en la iglesia de la Virgen de las Angustias, de Guadix. Viene siendo ya una tradición que el obispo accitano presida la Misa y el ejercicio de las flores el último día de mayo, cuando termina este mes dedicado a la Virgen. Y así se hizo este año, el 31 de mayo por la tarde, con asistencia de muchos fieles de toda la ciudad y miembros de la archicofradía.
Durante el mes de mayo, cada tarde se han celebrado, ante la imagen de la Virgen de las Angustias, las flores, un ejercicio de piedad que reconoce la grandeza de la Virgen, como Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Así se hace en todas las parroquias, también en la iglesia que acoge la imagen de la Patrona de Guadix. Y son muchos los accitanos que cada tarde, o algunas tardes de mayo, se han acercado para rezar el rosario y las flores, y participar en la Eucaristía.
El obispo de Guadix recordó la grandeza de María, una grandeza que será reconocida una vez más a partir del mes de septiembre, cuando comiencen los actos que conmemoran el 100 aniversario de la coronación canónica de la Patrona. Ese mes, además, recordó el obispo, comenzará el Año Jubilar de la Virgen de las Angustias, para el que ya se han programado numerosas actividades, y que, a buen seguro, servirá para expresar la gran devoción que le tiene la ciudad de Guadix a su Patrona.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix