La Catedral de Guadix acogió, un año más, la bendición de niños y niñas que han nacido o han sido bautizados en el último año. Y lo hizo en un ambiente de fiesta y de celebración, al que se sumaron los religiosos y miembros de la Vida Consagrada, que celebraban ese día su jornada y su Jubileo. Un buen grupo de niños y niñas fueron llevados por sus padres para que fuesen bendecidos y presentados ante el Señor. Y, por supuesto, se rezó por ellos.
Organizado por la delegación de Familia y Vida, esta celebración estuvo presidida por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, que tuvo palabras de acogida y de agradecimiento hacia estos padres y sus hijos.
En la homilía, el obispo animó a los padres a dar gracias al Señor por sus hijos: “Vuelvo a felicitar a los padres que, a pesar del frío, ahora vais a presentar vuestros hijos al Señor. Qué bonito, por auténtico, no por estético, sino por lo profundo, hoy en estos niños. Decidle al Señor: Gracias, gracias por este regalo de un hijo o una hija, fruto de nuestro amor. Gracias por habernos hecho fecundos, por haber hecho fecundo nuestro amor. Los ponemos en tu vida y en tu corazón. Ayúdanos a ser padres comprometidos, que no renuncian a ser los primeros educadores de la fe y de los valores de sus hijos”.
También les recordó el obispo su responsabilidad como padres: “no son los políticos, ni son los educadores en los colegios, ni los sacerdotes, ni el obispo, ni el Papa los que tienen la primera responsabilidad en la educación de vuestros hijos. Sois vosotros, papá y mamá, la familia, Iglesia doméstica, como la llamaba San Juan Pablo II, primer hogar, primera Iglesia. Es ahí donde ellos, con la alegría de vuestro testimonio, aprenderán los valores para mirar a la vida eterna y al cielo”.
Tras la bendición de los niños y niñas presentes en la Catedral, la celebración siguió como de costumbre, enriquecida por la presencia de los religiosos y consagrados de nuestra diócesis. Al final, todo se hicieron una foto de familia.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix