En nombre del presbiterio diocesano de Guadix, queremos expresarle nuestras más sinceras felicitaciones en este sexto aniversario de su ordenación episcopal. Es una ocasión especial para agradecer a Dios su ministerio entre nosotros, su dedicación incansable y su testimonio de entrega al servicio de esta Iglesia particular en la zona norte de nuestra tierra de Granada.
Desde su llegada a nuestra diócesis, hemos podido experimentar su cercanía y su compromiso pastoral. Usted ha sabido encarnar el corazón de un pastor que se da a sus ovejas, siguiendo el ejemplo de Cristo Buen Pastor. Nos sentimos profundamente agradecidos por su energía, siempre puesta al servicio del cuidado espiritual y material de esta porción del Pueblo de Dios que se le ha confiado.
Su especial atención a los más sencillos y a quienes atraviesan momentos de dificultad es un signo elocuente de su ministerio episcopal. Nos conmueve su sensibilidad hacia los pobres, los enfermos y quienes sufren las heridas de la soledad, el abandono o la marginación. Gracias a su testimonio, vemos reflejado en su persona el rostro misericordioso de Cristo, que camina con su pueblo y no se olvida de los más pequeños.
No podemos dejar de mencionar su esfuerzo constante por animar a nuestras comunidades parroquiales, a los religiosos, a los laicos comprometidos y a cada uno de los sacerdotes que integramos este presbiterio. Con su ejemplo, nos invita a vivir nuestra vocación con autenticidad, fidelidad y entusiasmo. Usted nos inspira a ser pastores según el corazón de Cristo, llamados a servir con alegría y generosidad en medio de los desafíos de nuestra época.
En estos seis años, hemos sido testigos de su compromiso con la evangelización, especialmente en este tiempo de sinodalidad que vivimos como Iglesia universal. Nos alienta ver su empeño en escuchar, acompañar y discernir juntos los caminos que el Espíritu Santo nos invita a recorrer.
Le agradecemos profundamente cada palabra de ánimo, cada gesto de cercanía y su entrega constante. Usted nos enseña que el ministerio episcopal no es solo un servicio, sino también una forma de amor, un amor que se desborda hacia quienes Dios le ha confiado.
Hoy pedimos a Dios, nuestro Padre, que lo colme de sus bendiciones, que le conceda salud, fuerza y alegría para continuar con su misión pastoral. Rogamos también por la intercesión de nuestra Madre, la Virgen María, para que lo proteja siempre y le guíe en cada paso de su camino episcopal.
Que el Señor le conceda muchos años más entre nosotros, siendo para esta diócesis de Guadix un pastor cercano, entregado y fiel a su llamada. Sepa que cuenta con el apoyo, la oración y el cariño de todos los que formamos parte de esta familia diocesana.
Con gratitud y afecto en Cristo, en nombre del presbiterio diocesano
José Antonio Martínez
Delegado para el Clero. Guadix
