El obispo de Guadix, Don Francisco Jesús Orozco, presidió el funeral por el eterno descanso del sacerdote Manuel Ruiz Ariza, oficiado este martes 27 de abril en la catedral de Guadix,
A las 11: 00 horas, los miembros del Cabildo de la catedral acompañaron al obispo a la entrada del templo para recibir el féretro de D. Manuel Ruiz Ariza y así dar comienzo a su misa exequial.
En los ritos iniciales no podía faltar el gesto de poner sobre sobre el ataúd los símbolos sacerdotales, usados por D. Manuel mientras presidia la Eucaristía, es decir la casulla y la estola. Seguidamente se colocó el evangeliario, recordando la misión que aquí en la tierra el sacerdote difunto tuvo de anunciar el Evangelio de Cristo.
En su homilía, Don Francisco Jesús señaló que en la última conversación que tuvo con él, pocos días antes de morir, D. Manuel le dijo que lo mejor que le había pasado en la vida había sido ser sacerdote.
La Misa fue concelebrada, además de por los canónigos, por un número importante de sacerdotes de la diócesis de Guadix y una abundante representación de la vida consagrada, junto con sus familiares y feligreses de la parroquia de San Miguel, de la cual fue párroco durante 36 años.
Al finalizar la Eucaristía, como suele ser costumbre, los sacerdotes sacaron a hombros el féretro hasta el coche fúnebre, donde el obispo hizo un responso por su descanso eterno. Después, su cuerpo fue llevado al cementerio de Guadix, donde fue enterrado.
Se da la circunstancia de que en muy poco espacio de tiempo, el primero de ellos fue el 13 de febrero, el prelado accitano ha tenido que enterrar a cuatro sacerdotes. Esto nos tiene que llevar a hablar aún más de la vocación, del mucho bien que hacen los sacerdotes y, sobre todo, a rezar por las vocaciones sacerdotales.
José Antonio Martínez
Delegado para el Clero